miércoles, marzo 25, 2015

Resiliencia: saber superar la adversidad

El concepto de resiliencia siempre me ha llamado la atención, aparte porque es un poco difícil de pronunciar tiene un significado interesante que es saber enfrentar y superar las situaciones difíciles que nos toca vivir en la vida.

Encontré este artículo interesante que quisiera compartir. Ser resiliente no se trata de encajar en la definición completa, porque obviamente cada uno de nosotros tiene sus historias, pero sí creo que es interesante conocerse y saber si estas características nos pueden identificar. Si es así, bien! Hay que darse siempre la oportunidad de vivir en paz, de buscar en las cosas lindas que nos ofrece la naturaleza la alegría, ser positivo y no echarse a morir al primer fracaso. Siempre se puede, pero hay que tener voluntad, no hay nada no que se pueda superar, salvo la muerte.


Características de una persona resiliente:

  1. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
  2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
  3. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
  4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprenderA lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
  5. Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
  6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
  7. Se rodean de personas que tienen una actitud positivaLas personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
  8. No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.
  9. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
  10. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
  11. Enfrentan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
  12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.
Fuente http://www.elpradopsicologos.es/blog/resiliencia-resilientes/

Saludos!!

martes, marzo 24, 2015

Llamadas fuera de horario

Me quejo siempre de lo mismo, soy majadera. No logro entender por qué la gente no piensa que cuando llama a horarios extremos del día, es probable que el receptor esté durmiendo o bien en su tiempo libre y no tiene ninguna intención de contestar el teléfono.

Me molesta que me llamen al teléfono de mi negocio después de las 20:00 hrs. Tengo vida y otro trabajo y si bien el negocio es rentable, no dejo de vivir, de estar en mi casa con mi familia y por tanto no voy a dedicar mi tiempo de descanso en atender llamadas de personas que no entienden que hay horarios que deben respetarse, aunque sea moralmente. 

Muchos creen que por tener celular pueden llamar de manera antojadiza a cualquier hora de la noche. 

Me ha pasado que publico cosas para vender en páginas de ventas y me llaman a horas increíbles. Una vez me llamó un tipo a las 2 am (insistentemente por eso contesté) para preguntar por una maleta (que más encima ya había vendido. Error mío de no haber eliminado la publicación, además). Una clienta me llamó hace poco antes de las 9 am de un domingo. DO MIN GO.

Cuando aún solo y solo existían el teléfono fijo, era casi impensado llamar a alguien después de las 22:00 hrs porque se asumía que la familia estaba descansando. Y si lo hacías, eras desubicado. Ahora pasa lo mismo con la diferencia que las personas creen que no molestan tanto porque la llamada es dirigida a una sola persona. Pues, yo le digo que igual molesta.
Más de alguna vez he contestado diciendo "la hora no corresponde", "¿no cree que es muy tarde para llamar?", "me puede llamar mañana a partir de las 9:30 hrs", "a esta hora no atiendo"... No es de pesada, es por sentido común y para que atinen.

Nadie enseña esto a nadie. La prudencia y el respeto se pierden cada día más. Sueno a vieja amargada, pero en realidad solo siento que poco a poco esas costumbres de "persona bien" se van quedando en el pasado. 

Regla básica: no llamar después de las 22:00 hrs en día de semana y antes de las 10:00 hrs el fin de semana. 

miércoles, marzo 11, 2015

Por favor, gracias, disculpa

Con el poco tiempo que queda para hacer otras cosas que no sea trabajar o actividades de la casa, no me he sentado a escribir.
No he seguido con las "Historias en un crucero"... las tengo pendientes. Sin embargo, producto de este viaje, pude sacar unas conclusiones interesantes que me gustaría compartir. 

Me sorprendió gratamente en Estados Unidos la hospitalidad de la gente. No sé si serán todos así y todo el país funcionará de la misma forma, pero quiero destacar algo que me quedó grabado. Las personas son muy amables. estuvimos en Miami y Orlando. Fuimos a los Outlets y parques. Podría entenderse que son lugares especialmente diseñados para turistas y la gente que ahí trabaja por lo tanto está entrenada para ser cordial y amable... PERO las personas civiles también eran amables. 

Cuando están en espacios reducidos y pasan a llevar a alguien, se piden disculpas mutuamente. Tanto que incluso algunas personas justifican el golpecito del otro y lo saludan amablemente.

"No te preocupes, yo sé que no quisiste hacerlo"
"El espacio es pequeño, don't worry".
"Excuse me"

Algo que alguna vez comenté en twitter fue es que en Chile, muchas personas creen que solo por decir "Permiso" se da por hecho que pueden empujar y colarse por el lado. Allá no. Allá efectivamente esperan a que hagas el espacio para poder pasar sin violencia. Incluso, el policía que le sacó el parte a mi papá por alta velocidad, también fue amable al decirle "es el Gobierno el que controla, no soy yo".

Curioso. Ahora que estoy en una obra de construcción, una obra vial en zona complicada por los usuarios, me doy cuenta que la gente es muy agresiva. Nos gritan de todo a través de las ventanillas de los autos, camiones e incluso ciclistas. Los bocinazos son la música permanente. En vez de tener paciencia por un bien mayor a futuro, en el presente se descargan con los desconocidos, vale decir nosotros.


Uno lee twitter o Facebook y la gente está molesta. La rabia de las personas se está canalizando a través de las redes sociales, en las calles. No soy socióloga para dar un análisis más profundo del tema, pero se nota que en general, en nuestro país la gente no es feliz. Creo que debemos relacionarnos de otra forma entre las personas. Lo veo complicado porque pasa por hacer un cambio de cultura. Hago mea culpa y también reconozco mis falencias, también discuto cuando algo no me parece justo. Pero a otros se les pasa la mano.

El asunto es que ser amable es parte de la cultura. Nos hemos acostumbrado a ser irrespetuosos como ciudadanos o estamos tan acostumbrados a vivir a la defensiva que nos llama la atención la amabilidad. Ha sido tema de conversación en casa. Lo fue durante el viaje también.





lunes, febrero 23, 2015

Festival de Arjona

Desde hace varios años que no sigo el festival, pero hoy estando Arjona en el escenario me encuentro con sentimientos particulares. Me sé todas las canciones casi por osmosis. Las clásicas de siempre, las primeras historias cantadas, la del taxi, la de la señora de las cuatro décadas, te conozco. La de las mujeres (mamona detestable), me enseñaste de todo excepto al olvidarte y todas las nuevas como el problema que es problema pero que no es, dime que no pero dime que sí y todas las demás.
No me gusta Arjona, pero cuando veo a tantas minas enyeguecidas por este hombre que por más que lo niegue es tremendamente sexón, algo me corroe por dentro.
Nunca he sentido como sienten esas mujeres que gritan acaloradas. No le creo el cuento, aunque le sale bonita la payasa'. Me estoy volviendo un hielo.
Digo que no cuando quiero decir un sí. Es muy enredado pensar como este tipo. Pero a la gente le gusta y a mí me sorprende con lo sexy de su mirada.
Arjona, de verdad espero que no tiemble hoy y que mañana pueda levantarme temprano a la pega.



domingo, febrero 22, 2015

Historias en un crucero (parte 1 - la descripción general)


Nos fuimos con mis padres, mi hermana y mi hija en un viaje de 11 días sobre un crucero a pasear sobre el mar del caribe, incluidas las Bahamas. Cuando imaginaba el Caribe, tenía una visión de mucha humedad y calor. Lo que nunca consideré es que allá en estas fechas es invierno y existía la posibilidad de que existieran episodios de frío. Ninguno de nosotros lo pensó. 

Partimos en Concepción a Santiago. Luego Santiago - Atlanta. Atlanta - Fort Lauderdale y desde ahí en transfer al puerto de Miami para embarcarnos. El conductor era un tipo con acento extraño que no logramos identificar, pero estaba claro que no era nativo gringo. Loco enfermo que manejaba terrible. Hablaba por celular y se creía chistoso. Le dijimos que éramos chilenos y puso una señal en la radio de música brasileña. Ignorante. Viene otro post para hablar de eso después. 


El barco pertenece a la flota italiana Costa. El nuestro era el Costa Luminosa. No lo recomiendo si quieren ir en pareja de luna de miel o con amigos jóvenes, porque el público es en su mayoría tercera edad... y no es broma. Las actividades dentro del barco están pensadas para personas mayores, bailes en grupo y canciones anticuadas. 

Destaco que la decoración como primera impresión es elegante. Al menos suficiente para mí. No conozco otros barcos así es que no podría comparar. Todos los espacios del barco estaban impecablemente limpios desde el primer día hasta el último.

                             Aquí un par de fotos del interior del barco cuando llegamos


Ésta es la decoración en la zona del buffet del piso 9 (Ponte Nove)


Y éstas son una vista lateral y otra de la piscina también ubicada en el piso 9 (Ponte Nove)


La primera noche fue tranquila, sin mucho que contar. Recorrimos el barco y esperamos su partida a eso de las 21:00 hrs. El viento en la cubierta era fuerte, sobretodo en la noche, así es que es recomendable ir con chaleco, polerón con gorro, pañuelo, parka o lo que sea que permita cubrirse del viento.

Pero como siempre hay que ver el vaso medio lleno, a pesar de los vejetes lo pasamos bien. 

El equipo de animación estaba compuesto por distintos jóvenes, entre ellos algunos de Italia (obvio), Brasil, Inglaterra, Romania y otros. No dormían nada. Estaban en la mañana temprano con juegos o encargados de despedirnos para las excursiones y en las noches bailaban hasta que las fiestas terminaban. Las personas que trabajaban en el aseo y cocina eran en su mayoría filipinos, hindúes, chinos, y peruanos. Averiguamos por qué tanta gente de esos países y es porque Costa tiene agencias en esos países y es una buena fuente de ingresos para quienes en sus países no tiene muchas opciones de crecer económicamente.

Nuestros meseros asignados en el Restaurant Taurus durante la cena diaria eran Billy, un filipino que nos hacía juegos con cartas y palillos y Jiang, una china muy divertida buena para reírse con nosotros. Nos contaba que trabajaban alrededor de 12 horas diarias, con espacios de descanso entremedio durante el día para comer más que nada, por un periodo de 10 meses aprox. 

Los pisos 2 y 3 están destinados a restaurantes, galería de shopping, casino de juegos, teatro y salón de baile. Desde el 4 al 8 habían habitaciones. El 9-10 y 11 eran zonas comunes donde se encuentran  las piscinas, zona de baile y juegos abierto al cielo, jacuzzi, gimnasio, spa, salones para buffet, teen zone, zona para niños, mesas de ping pong, taca taca, dos barras para tragos, pista de patinaje y de jogging, cubierta abierta, pequeña cancha de basket y balcones a lo largo del barco (aprox 200 m).

Lo más interesante de todo es que estuvimos desconectados de todo, sin internet hasta el día 7 de viaje, preocupados solo de comer, comer y comer, además de dormir y descubrir nuevos países en las paradas del barco: Cozumel - México (Tulum y playa del Carmen), Roatán en Honduras, Islas Caimán, Ocho Ríos en Jamaica, Princess Kay en Grand Turks y Nassaú en Bahamas. Cada isla con su propia historia y paisaje.

Pronto más... 





martes, enero 27, 2015

Entrenando

"Tengo sueño y más encima se me ocurrió la genialidad de tomar clases con una personal trainer"... eso fue lo que dije hace 3 horas en la pega. Lo dije de modo sarcástico y ahora me retracto. Me hizo genial.

"¿Y para qué vas al gimnasio si tú eres delgada?" Esa pregunta me enferma. Somos pocos los que vemos el deporte y el gimnasio como una manera de mantenernos en forma y con mejor salud. Es obvio que muchos buscamos vernos bien, bajar la guata y lucir más delgados después de un esfuerzo importante... es la meta, pero no el objetivo final. Por lo menos así lo veo yo.

Conversaba con la personal trainer sobre lo mismo. Menos de la mitad de la gente, quizás menos del cuarto de las personas ve el deporte como una forma de vida. No voy a mentir que ha habido meses en que no he puesto un pie el en el gimnasio, pero siempre tengo ese bichito dando vuelta que me obliga a volver de vez en cuando. Por estos días, serán todos los días, antes del viaje. 

Hay algunos personajes que parecen de circo. Tanto mujeres como hombres, aunque los hombres se lucen más, porque son más mostrados... algunos son incluso ruidosos. Demasiado inflados, de brazos abiertos, parecen moles. No me gustan los hombres así. Se van al chancho. Mujeres muy remaquilladas que no entiendo cómo mantienen el maquillaje con la transpiración, otras chiquillas con ropa no muy sentadora. Hay de todo. Lo bueno es que a todos nos une un sentimiento común que es vernos mejor de acuerdo a la propia expectativa. Por ahí va el tema.

Entrenar para estar en forma y mejorar la calidad de vida. Yo voy al gimnasio porque me gusta, me relaja, me distrae. Dicen que se liberan endorfinas para la felicidad. No lo he usado como medio social, pero quién sabe si yendo más seguido me hago de nuevas amistades. 



viernes, enero 23, 2015

Tengo que comprar una tetera

Se cortó la luz en la oficina temprano en la mañana. Antes que llegáramos a trabajar. Llegamos y obviamente teníamos ganas de tomar café. La señora de la casa del cuidador tenía agua hervida en una olla… Y paf. Me acordé que tengo que comprar una tetera. 

"Cuando estaba en scout, me fascinaba ir a los campamentos, sobre todo al de verano porque nos desconectábamos de todo. No había tele, ni radio, ni luz, ni agua, no se usaban los celulares y aunque hubiera, siempre eran en lugares alejados donde no llegaba señal. Mi hija estuvo este verano en un campamento así, y volvió feliz. Cualquiera podría pensar que se va a sufrir a estos lugares, pero en realidad la riqueza que se logra en el espíritu es impagable. La conexión con la naturaleza es maravillosa, se disfruta de las estrellas, de una nube tapando el sol en un día de calor, del canto de las aves, del sonido de un río, del crepitar de un leño en la fogata. Luchábamos contra coliguachos, polvo suelto, la lluvia espontánea que hacía correr a todo el campamento para cubrir las cosas, cocinábamos lo que había o lo que iba quedando. Aprendimos a vivir en una situación diferente a lo habitual".

Estas vivencias enseñan a ser un poco más empático con las personas que por algún motivo no han podido lograr tener mejores condiciones de vida. Se aprende a ser un poco más tolerante a la falta de energía o de agua. 

La mina cuática. Solo con un corte de luz, me puse reflexiva. Me acordé que debo comprar una tetera para tener en caso de emergencia. Y también me acordé que hay que saber vivir con menos. 

lunes, enero 19, 2015

Muda

Menos mal que no quedé sorda ni ciega.

Todavía no me sano completo de la laringitis que me dio. No fui al médico para ver el diagnóstico real, pero el tema es tuve una complicación similar a un resfrío pero localizada en mi garganta. Me quedé sin poder hablar al menos 2 días y luego tuve que tratar de comunicarme en persona a puros susurros. Estuve al menos 5 días sin poder contestar el teléfono. Aún tengo secuelas, pero cada vez se siente menos. Mi voz está ronca y rasposa. No puedo cantar y aún no puedo gritar.

Es invalidante no poder comunicarse verbalmente. El mundo no está adaptado para personas mudas. Me pasó en varias ocasiones que a pesar que las personas sabían lo mucho que me costaba hablar, me pedían que repitiera, aún habiéndome oído. Mala costumbre que tienen algunos de pedir repetición. Es como una maña. La voz me salía espantosa y bajita. Tuve que callar varias veces y no opinar nada aunque no estuviera de acuerdo. Aprendí por la fuerza, que a veces es mejor quedarse en silencio. No vale la pena dar opiniones con algunas personas. sobretodo si no te la piden. 

Fui a echar bencina y el tipo no me entendía lo que decía. Para comprar, era otro parto. "Con factura"... "¿Acumula puntos?" ... "No quiero doble bolsa"... Qué espantoso no poder hacer algo tan cotidiano de forma normal. Al contestar el teléfono del negocio el sábado, la persona que llamó me dijo "Parece que estoy llamando muy temprano"... Eran las 11 am!!! Sentí que me quería decir "Estuvo bueno el carrete parece". Tuve que explicar que estaba enferma. Qué vergüenza! Otra persona llamó y como no me escuchaba me dijo "Ya gracias". Tuve que "gritar" que estaba con problemas para hablar y que me dictara el correo para enviarle la información.  

No pedí licencia porque estaba empezando a trabajar y estaba en contra del tiempo para entregar unos documentos. Pero la próxima vez, no pienso trabajar, porque la gente no entiende lo doloroso y sufrido que es tratar de comunicarse y no poder lograrlo. Ademas de la mudez, me ahogaba, no podía respirar. Fue realmente penca.

No quiero imaginar lo que es ser o quedarse sordo. Esta experiencia me resultó muy fuerte. Aún no me mejoro, pero tengo la tranquilidad que pronto pasará y volveré a hablar normalmente... 

Desagradable

Más de una vez se me han cruzado personas desagradables a las que no me gustaría volver a ver. A muchas no las he vuelto a ver, pero hay otras que el destino ha devuelto al camino de vida.

Hace poco tuve que soportar a un pelotudo, al que podría definir como el más pelotudo del mundo mundial. Un tipo sin filtro, que habla por el culo, ofende a destajo y se jura el mejor del planeta. Una persona que arma frases adjetivando a personas tales como "un comunista que al que debieron matar hace tiempo" o "mi ex mujer era una yegua insoportable". ¿Qué ganas dan de compartir con alguien así? Lo peor fue tenerlo en casa. Al punto de echarlo y no hacerlo solo por respeto a su acompañante. 
Me trató de incapaz.Me trató de promiscua porque tuve a mi hija soltera, ofendió a mis invitados, denostaba a su pareja... un sinfín de acciones que me llevan a pensar que realmente es un conchadesumadre con todas sus letras y sin espacios.

Prometí no verle nunca más, y para mi sorpresa, acabo de cruzarme con él en mi trabajo. No creo que logre mucho por estos lados. Dicen que las malas actitudes se pagan en vida. La venganza es dulce, sobretodo cuando se le da en donde duele.

PD. Hay un maestro que llegó a la obra que no logro recordar de dónde lo conozco, pero no fue nada agradable tampoco. Sigo con la bala pasada.



miércoles, enero 14, 2015

La caja de Pandora

Por estos días siento que se abrió la caja de Pandora. Me negué por mucho tiempo a ver la realidad en la que estaba inmersa, probablemente porque era más cómodo seguir estirando el chicle que cortarlo de golpe. También pudieron ser algunos temores.

Se abrió la caja de Pandora y me está dando rabia, a veces me da pena. Pero creo que por ahora es más rabia que pena. No es rabia con ira, sino rabia por no haberme enfrentado antes a todo lo que estaba pasando. Debí haber frenado las cosas hace mucho tiempo. Cuando sentí que estaba dejando de ser la que fui, la que en esencia sigo siendo. Me doy cuenta que no era amor. Solo costumbre y una necesidad infinita de sentirme acompañada. Negación. Mal.

Me empecé a dar cuenta que estuve dentro un huracán viendo cómo todo giraba a mi alrededor rápido, brusco sin salirme de ese agujero que lo único que me estaba haciendo era daño. 

La caja abierta me muestra mis debilidades, lágrimas que inundan todos los malos recuerdos, gritos desgarradores de angustia e impotencia, dolores punzantes, algunas risas de dicha que no me convencen...todo me lleva a sentir que estuve equivocada. 

Creo que es necesario que la caja se mantenga abierta hasta que por fin pueda eliminar todo lo que se pudrió dentro. No obtendré nada a favor si la cierro, sería seguir negando... a esperar.

viernes, enero 09, 2015

De vuelta al trabajo

Volví a trabajar el lunes y estoy cansada, pero contenta. Me alegra que me haya llamado mi antiguo jefe para ofrecerme este cargo. Eso quiere decir que me valora y que el trabajo que hice anteriormente, era bien aceptado.

Ya no soy dueña de mi tiempo, debo cumplir horario, ya no puedo ver matinales ni las novelas de la tarde... Pero esto último, lo agradezco. Termine chata de escuchar el horóscopo diario. Me cansé de estar horas inventando qué hacer para pasar el tiempo y generar lucas... No digo que no me gustara, sólo que es agotador, pero en otra dimensión.

Voy a extrañar pasar las tardes con mi hija o estar disponible para los clientes del local en cualquier horario. Voy a echar de menos las siestas después del almuerzo. Eso es lo que más sentí hoy.
Sin embargo, he vuelto a trabajar y estoy contenta.

Les dejo este link sobre las 5 claves para ser feliz en el trabajo.

viernes, enero 02, 2015

Acumuladores

Hace tiempo escribí esta nota sobre las Cosas que alguna pueden servir (CQAVPS). Lo que no sabía en ese entonces era que la acumulación de cosas o colecciones puede llegar a ser una enfermedad, hasta que conocí el programa llamado "Acumuladores" y "Cada cosa en su lugar" en el Canal H&H. He visto tantos casos de personas que se dedican a acumular cosas que no sirven con un escándalo tal que no pueden ni caminar dentro de sus casas, que me di cuenta que no es necesario tener objetos que NUNCA se van a ocupar. Si alguna vez pueden servir, lo más probable es que sea a otra persona, pero no a quienes las acumulamos.

He estado en un proceso de limpieza profunda de la casa de modo de eliminar todo aquéllo que no quiero tener, que no necesito y no me interesa seguir teniendo, aunque alguna vez pueda servir. A mí definitivamente no me va a ser útil, al menos en el corto y mediano plazo... por eso, prefiero regalarlo, venderlo o definitivamente botarlo. En este último punto entro en conflicto, porque me he vuelto fanática del reciclaje. 

Reciclo todo, o al menos eso pretendo. Junto cartones (cajas de pasta de dientes, cereales, jarabes, remedios, etc), papeles (boletas, recibos, cuadernos, etc), botellas de bebidas PET y de vidrio, cajas tetrapacks y más encima hago compostaje. por eso, verán que siempre estoy juntando cosas, aunque me niegue a hacerlo, este tema me supera, pero no voy a dejar de hacerlo.

Lo que he decidido definitivamente es deshacerme de la ropa y zapatos en desuso. Vivo publicando en Yapo.cl, lo bueno de esto, es que he vendido varias cosas. El único problema es que el sistema es lento porque debo vender de a una. Pero peor es nada. En Diciembre vendí alrededor de $80.000, lo que no es malo por ningún lado que se mire.

Una cosa es clara y es que el tema de la acumulación no-enfermiza es un "drama" familiar. Mi papá es un coleccionista y mi abuelo también era bueno para juntar souvenirs. Cuando era niña coleccioné servilletas con diseños, esquelas, lápices, chapitas, posavasos, stickers, pins y envoltorios de dulces. Hace tiempo que eliminé varias de esas colecciones, pero aún está viva mi colección de esquelas, que me da pena botar. Creo que nunca lo haré. Y sé que no me van a servir nunca, que no las voy a usar jamás, pero no las botaré. 

Es increíble darse cuenta del espacio que queda disponible cuando eliminas objetos que no usas. Boté cremas que hace años tenía en el mueble de las cremas. Estaban vencidas. Lo mismo que labiales, esmaltes, muestras de perfumes... puras wea´s. Sorry el garabato, pero es que en realidad son puras wea´s. Nadas, cosas que no sirven para nada y que ocupan espacio... como esos adornos de mimbre que no sabes dónde poner.

Ya me deshice de varias cosas que alguna vez pueden servir. Dispuse una cajita de cartón con algunas de ellas afuera de mi local para que alguien se las llevara. No sé si fue el camión de la basura o una persona que pasaba por ahí (que era lo esperado), solo sé que me pude deshacer. Debo hacerlo nuevamente.

No es tan difícil el desaego. Pero hay que hacerlo rápido. La clave es pensar en lo siguiente:
- ¿Esto lo uso? No. Te fuiste.
- ¿Esto sirve? No. Te fuiste, 
- ¿Esto lo voy a usar alguna vez? No. Pa' afuera. 
- ¿Me cabe? No, chao.
- ¿Después de 3 años, realmente lo voy a usar? No. Te fuiste.
- ¿Se puede vender? Sí. Se vende
- ¿Se puede vender? No, se regala o se bota depende del estado. 

En vez de botar, se puede transformar en otra cosa, como maceteros u otra cosa, pero ya hice eso, y me aburrí, porque la acumulación sólo se cambiaba de lugar. Chao con lo que estorba, que ocupa espacio. Bienvenidos los espacios limpios y ordenados. y no a la acumulación. Ya aprendí que no vale la pena guardar esas CQAVPS si a uno no le van a servir nunca. 



jueves, enero 01, 2015

Chao 2014

Un año más que se va...
Se fue el 2014. Lo recibí con los brazos abiertos, pasando penas ajenas fuera de la casa familiar.
Esperaba que me trajera mucha felicidad, abundancia y éxitos. Estaba empezando un emprendimiento que se veía prometedor y así fue. No me quejo por ello. Tuve que lidiar con mi trabajo y la empresa, además de la casa y la familia. Y pude. Creo que siempre puedo lograr lo que me propongo.
Sin embargo, mi trabajo estable vio un viraje inesperado y quedé desocupada-cesante lo que me sirvió de buena forma para dedicarme 100% al emprendimiento que dio frutos potentes y que me llenan de orgullo. Pero siendo ingeniero con magister en áreas totalmente distintas al rubro al que decidí dedicarme - eventos infantiles - siempre existió la necesidad de seguir ejercitando el cerebro y mantenerlo activo antes que se atrofiara. Costó pero igual lo hice.
Pude pasar más tiempo con mi hija, pude dedicarle tiempos que antes eran impensados como llevarla al dentista o ir a verla a sus actividades del colegio. Siento que este segundo semestre del 2014, nos permitieron unirnos más en todo ámbito.
En la relación de pareja me fui dando cuenta que dejas de creer cuando te dejan de cumplir. Corta. Si das más de lo que recibes (o sientes que mereces) mejor no seguir luchando por lo imposible. Para qué desgastarse en tratar de cambiar opciones de vida incompatibles con las tuyas.
Aprendí a desdoblarme, a mirar desde afuera mi vida. A entender que yo también soy importante, y que no se trata sólo de consentir a los demás, sino que a buscar la paz interior. Si algo o alguien no te hace feliz de forma constante, mejor dejarlo ir. Aunque duela. Aunque sienta pena. Aunque haya vacíos. Aprendí que debo evitar los malos momentos, que la vida es para vivirla ahora y no después. Entendí que ser feliz es un estado que se debe elegir como opción de vida. No quiero pasar momentos tristes ni malos momentos.
Escuché hace poco algo muy sabio: "si la persona que te ama no es capaz de evitarte un momento de dolor, entonces no es amor". Me quedó grabado. Cuando se ama no quieres hacer sufrir, no debes permitir que el otro llore, debes consolarlo aunque te muerdas el orgullo. Amar es nunca tener que pedir perdón, como decía la protagonista en "The love Story".
De este 2014, me quedan las personas que se portaron bien conmigo, los buenos momentos, las buenas amistades, mis errores, las nuevas metas por cumplir y por sobretodo, que no todo se puede cambiar a mi pinta.
Adiós 2014.
Bienvenido 2015, con nueva pega y nuevos desafíos.