jueves, diciembre 27, 2012

A punto de reventar



He decidido hablar de este tema porque me está molestando desde hace varias semanas y siento que ya no soy la misma. Nada me queda bien, la ropa me aprieta, sea lo que sea que coma me hincha, tengo que usar todo suelto para que no se me asfixie el abdomen y además para que no hablen a mis espaldas de si estoy o no embarazada... ¿adivinaron? Síiiii. Tengo colon irritable.


Hace muchos años que no me molestaba esta dolencia con tanta intensidad y tantos días seguidos. Mis visitas al gastroentérologo siempre terminan en lo mismo: ¿Qué hace Usted? ¿Es muy estresante su trabajo? Debería hacer yoga o terapias de relajación. Eso ayudará a calmar el estrés. No coma alimentos que produzcan flatulencia. 

Conclusión. No se me va a pasar nunca. Será algo crónico durante toda mi vida.

Tuve un año muy movido, muchas cosas que hacer y poco tiempo, muchas preocupaciones y falta de espacios para mí, las que ahora JUSTO AHORA que se termina el año, me están pasando la cuenta. Y ahora es justamente cuando ya no tengo tanto estrés porque muchas de mis metas ya están cumplidas... eso me dijo el médico. Se acumula la tensión y cuando se pasa, el famoso colon reacciona y se venga. Y ¿saben qué? Yo casi nunca me guardo las cosas que quiero decir, soy bien directa y expresiva para algunas cosas, por lo que no logro entender por qué don Colon me trata de esta manera.

"Me duele la guata, ando hinchada" - ¿Qué comiste? - No sé, parece que es el colon.

He leído en numerosas publicaciones una infinidad de dietas anti colon. Algunas dicen que debo comer fibras, otras dicen que debo evitarlas a toda costa. Que coma frutas, pero cuando lo hago me hacen peor. Otras dicen que deje las frituras, que no tome café, que evite las gaseosas, que no masque chicle, que no fume, que no consuma alcohol... ¿cómo me relajo entonces si no puedo carretear?

Lo cierto es que por más que tome infusiones, me haga masajes, evite algunos alimentos y haga como que me relajo, esta acumulación de gases e hinchazón anormal no se quita hasta que se aburre de molestar. Pareciera que tiene vida propia y que una vez cada cierto tiempo, necesita hacerse notar, para que me acuerde que debo bajar las revoluciones.

Por ahora, los vestidos anchos y las túnicas serán una buena opción para disimularla panza.