miércoles, noviembre 18, 2015

El mundo se cae a pedazos

El atentado en París me dejó mal. También me han dejado mal los atentados en Siria y la guerra permanente en la franja de Gaza. Estuve muy descompuesta cuando mostraron la imágenes de la matanza de los estudiantes en Kenia y también confundida con el secuestro de las niñas en Nigeria.

Me pregunto, como muchos, ¿hasta cuándo? Bajo mi mirada completamente apolítica, sin religión  e incluso un poco ignorante, me cuesta comprender cómo los seres humanos nos destruimos entre nosotros, por poder, por obtener algo mayor... No sólo estas guerras que son potentes, que traspasan las fronteras y que afortunadamente no llegan a nuestro continente, nos hacen daño. También ocurre una mini guerra a nivel local, donde ves que los políticos de nuestro país no son capaces de ponerse de acuerdo por un bien común para todos, donde reina la convicción política por sobre los intereses de la comunidad. Se transmite en los medios esa permanente sensación de miedo a salir a la calle, de tener cuidado con cuanta persona se te cruza porque te puede asaltar, te puede robar el auto... ya no estamos a salvo de nada. Siempre habrá alguien que quiera hacerte daño, de forma planificada o espontáneamente, al parecer la vida siempre está pendiendo de un hilo.

La vida humana es tan frágil, un día estás, al otro no. Tengo una mirada demasiado romántica de la vida, me he vuelto sensible con los años, y estas guerras, estos atentados a personas inocentes me inquietan, me hacen pensar. No podemos seguir haciéndonos daño entre nosotros por cosas superfluas. Creo que es necesario comenzar a dar más abrazos, a decir más "te quiero" a quienes realmente lo merecen. Sueno demasiado cursi de repente, pero estoy convencida de que si no hago lo que quiero ahora, quizás no lo pueda hacer nunca. 

Creo que nunca voy a poder entender los ataques suicidas. Puedo entender el suicidio como una decisión de no querer seguir viviendo, los motivos pueden ser miles. Es terrible también no poder hacer nada para evitar que alguien tome una decisión así. Pero ¿ataques suicidas? ¿Por qué alguien se mata llevándose consigo a otros que no tienen nada qué ver? 

Ese tipo de frases me dan vueltas. ¿Con qué derecho alguien mata a otro? No quiero profundizar en razones de venganza, pena de muerte, y afines, estoy hablando de lo que sucede en un día normal, con gente "normal", en un estado "normal", donde en estricto rigor no debería pasar nada malo.

"Están los que piensan sólo en destruir, están los creen que todo es en vano y que el mundo va a morir. Estamos nosotros para despertar un sueño perdido, un sueño que todos podemos realizar" Alberto Plaza - Que cante la vida

Matas en nombre de tu Dios. El mismo Dios en el que creen las otras religiones. El mismo ser que supuestamente creó al humano, con distintos colores, tamaños y culturas... culturas que separan en vez de unir. Como no soy creyente, me es más difícil entender el fanatismo. Sólo entiendo que no estamos en el mundo para hacernos daño. Tampoco me explico para qué estamos en el mundo, pero ya que estamos, habrá que dar lo mejor de cada uno y establecerse metas para ser felices. Me volví a poner romántica, pero no sé bien qué esperar de la vida. 

"Nothing to kill or die for and no religion too. Imagine all de people living life in peace" John Lennon - Imagine


El mundo se cae a pedazos, agotamos nuestras fuentes de recursos, no nos importa cómo van a vivir nuestros descendientes, nos da todo lo mismo, ignoramos al del lado, a nuestros vecinos. Somos individualistas, es la única forma de sobrevivir. Los altruistas son pocos  e incluso de ellos la gente se aprovecha. La infancia es la mejor etapa del ser humano, ojalá pudiéramos mantenernos pensando como niños por toda la vida. El mundo sería muy distinto.

Nacemos como seres frágiles, necesitados de otros humanos para poder crecer. No estamos solos. No lograré nada escribiendo este artículo, no voy a lograr la paz mundial, ni que dejen de pasar los horrores que pasan, sólo transmito un mensaje a quien quiera leerlo. Nadie merece morir sin saber al menos por qué... y si muere en el sueño, al menos se cumple la ley de la vida... encenderse y apagarse.



martes, noviembre 17, 2015

Cosas no aburridas para ser muy feliz

No es una novela. No es un libro de autoayuda. No es un cómic. Sólo es un compilación de muchas ideas con ilustraciones de cosas para hacer y no aburrirse... o cosas que no son aburridas y que te podrían entretener. Más aún, te hace recordar de situaciones que son entretenidas, que sabes que lo son porque lo has hecho alguna vez y no se te había ocurrido hacerlas de nuevo. Incluso, al leer una imagen, te das cuenta que hay cosas que al hacerlas son tan agradables, que te evocan emociones y sensaciones.

Es un libro con matices de ternura, muy naif, Yo no lo habría comprado, pero llegó a la casa para quedarse y revisarlo de vez en cuando. Les comparto algunas fotos que me gustaron... hay muchas páginas más.  

 Me quedo con ir a ver el mar y cantar a grito pelado...


Untar el pan la yema del huevo frito, escapar espontáneamente, ir de picnic con alguien especial, amar un lugar encantador y visitarlo periódicamente y celebrar todos los éxitos... me quedo con todas.


Dar y recibir abrazos cariñosos. A veces cuesta, pero es confortante. 


Releer un libro favorito y revisar fotos de recuerdos... 


Escuchar una canción que me gusta mil veces en el día lo he hecho toda la vida. Soy súper pegada con eso. Celebrar todo lo celebrable, me encanta.


Ufff... aprender de los errores. Cada día es un nuevo comienzo.


Tips de resiliencia.


Amarse por sobretodo. Es posible y obligatorio.


Esta es la página de la subida de autoestima :D


Cómo me gustaría aplicarlo. Lo he hecho antes, pero el porrazo es muy fuerte. Me he vuelto cautelosa.


Reponedor.


Me encanta reír, aunque me vea poco fina, me gusta reír a carcajadas.


El eterno conflicto... 



domingo, noviembre 15, 2015

Soledad

Hace un par días hablé de mi libertad. Hoy comentaré sobre mi soledad.

Me he vuelto bastante solitaria. Tengo a mi lado a mi familia, pocos pero buenos amigos, muchos conocidos, otros varios conocidos reconocibles a través de redes sociales y sería. 

"Vivo sola con mi hija", le dije a la terapeuta. Me dijo "¿Cómo dices que vives sola, si vives con ella? ¿Cuántas personas deben vivir en una casa para que los integrantes no se sientan solos?". Tenía toda la razón. No vivo sola... Pero la soledad de la que hablo en este artículo tiene otro matiz.


Me reconozco en exceso sociable, me gusta conversar, conocer personas, compartir con los compañeros de trabajo, con mis vecinos y de vez en cuando, con apoderados del colegio. Sin embargo, siempre estoy sola. Hago todo sola, llevo mi negocio sola, voy al supermercado sola, manejo sola. Paso mucho tiempo en solitario y si bien, me gusta tener mi espacio, en ciertas ocasiones, me aburro. Quisiera salir, ir a la playa, caminar por el parque, tomarme un sour, ir a un concierto, ir a una exposición de pintura, ir al teatro, cocinar un banquete, andar en bote, salir a patinar... pero ¿saben? Me da lata hacerlo sola. Siento que me falta un partner. Una amiga o un amigo al que pueda llamar cuando quiera y que quiera apañar en estas aventuras, que son bien simples, pero que por no hacerlo sola, no las hago. Ya no soy la joven de 15, ni de 20, ni de 25 años que disponía de tiempo abundante para el ocio. Los espacios de ocio para mí son sólo los fines de semana o después del trabajo en la semana, espacios en los que podría aprovechar de hacer todo esto que menciono, pero me da lata porque andar sola por la vida ya se me empieza a volver abrumador.

Conversaba con una amiga sobre lo complicado que se vuelve compatibilizar los tiempos con los demás para poder reunirse. A veces pasan meses en los que no ves a una persona porque tú no tienes tiempo o el otro no tiene dentro de la semana para juntarse y los fines de semana que habitualmente son familiares, tampoco lo permiten. Llevo varias semanas intentando ir a ver a una amiga y por mil motivos no hemos podido ponernos de acuerdo. Esa extensión de los tiempos me inquieta... me voy a poner las pilas con esa visita prometida. 

"La soledad me trastorna, es una jaula de cristal, la soledad me da libertad, ya me he cansado de volar tanto"...
"C'est bizarre cette cage qui me bloque la poitrine, je ne peux plus respirer, ça m’empêche de chanter"...
"No, no one's knocked upon my door for a thousand years or more"...


Lo rescatable de andar sola por el mundo es que nadie me hincha, nadie me molesta, nadie me restringe, nadie me prohíbe, nadie me juzga, nadie me controla, nadie espera nada... pero no es sano tampoco pretender que esto sea lo normal. Disfruto la soledad, sin embargo, no siempre es así... A veces quisiera un abrazo, un beso, un cariño, un apretón de manos, una conversación profunda, un "me acordé de ti", una invitación... Eso nutre el corazón y no quiero convertirme en una roca. Dudo que así sea, porque soy en exceso sensible, pero igual digo que no quiero, para que no pase. 


viernes, noviembre 13, 2015

1 año de libertad

Podrán pensar que estoy pegada con el tema... no he olvidado, eso es lo que pasa. No he olvidado que desde que decidí de una vez por todas abandonar la vida que estaba llevando, recuperé mi libertad, re-descubrí la felicidad, las ganas de vivir y sobretodo la confianza en mí misma.

Abrí los ojos a la realidad, por más que me dijeron que estaba inmersa en una relación poco productiva, con una persona que se dedicaba día tras día a hacerme sentir que estaba equivocada, que hiciera lo que hiciera no era suficiente, controlando cada paso que yo daba, manipulando las situaciones a su favor, buscando siempre un motivo para discutir, aunque se tratara de cosas domésticas y muy simples... Entendí que cuando eso pasa, es cuando se debe poner el punto final y buscar horizontes hacia otros lados. 

Siempre he dicho que las relaciones de pareja son voluntarias. Nadie obliga a nadie a estar con alguien. Es una decisión personal que no debe ser influenciada por los demás. Por lo mismo, es que si es voluntaria, entonces las dos personas que la conforman deben sentirse a gusto, porque para estar pasándolo mal gratuitamente, es mejor estar solo. Pero pucha que me costó dar el gran paso.

Este año de libertad me ha mostrado que no hay que dejarse llevar por los impulsos. Que las relaciones de pareja deben trabajarse, que no es llegar e involucrarse con alguien, antes se debe conocer un poco más sobre sus costumbres, sus gustos o sus mañas. Al comienzo todo es lindo, pero el día a día muestra cómo son las personas en realidad y en serio que no estoy para aguantar a nadie que tenga muchos conflictos internos, ni personas inseguras, ni víctimas de la vida, ni mentirosos, ni celosos-celópatas, ni controladores, ni moralistas, ni nada. No estoy dispuesta a aguantar nada que pase a llevar lo que yo considero sano de una relación... y ¿qué es ser sano? Permitir que cada cual tenga sus espacios, no pasar a llevar los espacios del otro y que haya confianza plena en la pareja. De eso se trata ¿o no? 

Cuando crees que todo ha terminado, siguen apareciendo cosas del pasado que florecen de vez en cuando: deudas, conocidos, amigos en común que toman partido. Es triste enfrentarse a alguien que quisiste, pasar a ser enemigo de alguien con quien compartías la vida. Cuesta cerrar las etapas, no es tan simple como dar vuelta la página y punto. El caso para mí está cerrado. Pero nunca olvidado. De los errores se aprende y espero nunca más tener que vivir algo así. Ya sé ver las señales, ya tomé conciencia, ya sé lo que quiero y qué espero para mí. Si es necesario vivir sola, lo haré. No hay necesidad de buscar, la vida da tantas vueltas, que cuando menos lo esperas, gira en la dirección correcta. 

Lo más loable: soy libre!