martes, noviembre 19, 2013

Blogs

Este blog lo escribo desde el año 2005 y si bien pasó por una etapa de gloria, ahora no lo escribo ni reviso tan seguido, sin embargo jamás lo he abandonado.

Por curiosidad revisé al azar algunos de los enlaces que tengo en la columna derecha de este blog y me di cuenta que ninguno de los bloggeros con los que compartía anécdotas y comentarios siguen siendo parte de la blogósfera (insisio que los revisé al azar). Algunos cerraron sus blogs y otros lo dejaron de escribir desde hace tiempo.

Entiendo que teniendo Facebook y Twitter hayan cambiado las formas de comunicar las emociones y opiniones, sin embargo, creo interesante analizar cuál fue el efecto que tuvieron los blogs en esos años maravillosos (2006-2007-2008) donde muchos de nosotros logramos conocer una parte de otro por medio de estas líneas. No creo que hayamos dejado de comunicar, es la forma. La gracia del blog es que uno puede extenderse cuánto le dé la gana y quien quiera darse el tiempo - o la lata - de leer, lo hará. En las redes sociales te pueden bloquear, ignorar e incluso ocultar. La lectura de un blog es absolutamente voluntaria, ni siquiera pasa por cumplir.

Recuerdo con mucho cariño esos tiempos de bloggera obsesiva. Me decían que era un ícono blogger de Concepción, lo que no me dejó indiferente, porque las temáticas que yo trataba en este espacio eran casi puras críticas a temas que estaban ocurriendo y reconozco que era bastante más agresiva que ahora... y esa forma de hablar no era tan común. Es distinto ahora. En Twitter leo una barbaridad de insultos y opiniones agresivas sin fundamentos que muchas veces dejan harto que desear. Por lo menos en estos espacios uno debe a sus lectores un poquito más de "explayamiento" en las ideas que plantea.

Me da gusto leerme (revisar los antiguos escritos) porque lo hago con cierta nostalgia. noto un cambio importante en mi forma de ver las cosas, la vida e incluso en la forma de opinar... madurez dicen que se llama eso jeje.

Para terminar solo diré que no dejemos de manifestar nuestras opiniones, sea de la forma que sea. Aprovechemos que tenemos espacios de expresión libre, que tenemos derecho a decir lo que pensamos sin miedo. Y por otro lado, sería lindo saber cómo están mis ex-colegas bloggeros.


Foto de esos tiempos... juajuajua, cuando me presentaron como candidata a Miss Blogger. Qué chistoso!

lunes, agosto 26, 2013

Mi propia compostera

Hace tiempo que tenía ganas de crear compost en casa en base a los desechos orgánicos de la cocina. Además de disminuir la cantidad de basura generada, puedo satisfacer las necesidades de tierra vegetal para las plantas de mi casa.

Hace muchos años en casa de mamá se dejaban las cáscaras de frutas y verduras, además de las de huevo, detrás de un quincho de ladrillo. El patio se remodeló y la compostera de ese entonces desapareció.

Mi madre volvió a hacer su compostera en casa e incluso tiene lombrices que se comen en desecho orgánico. Las lombrices comunes lo único que hacen es airear la tierra, pero no ayuda mucho en la descomposición de los vegetales... están pendientes para dejar lista mi compostera casera.

Así fue cómo creé un espacio en mi patio para la compostera


1° Elegí una esquina para que quedara protegida y no moleste al tránsito. Además de esto, permito que tenga alternancias de sol y sombra.



2° Tuve que desmalezar un poco. Me encontré con una tiera naranja que desconozco de dónde proviene. Hice 4 hoyos e introduje unos palos de 2x2" que me sobraron de una obra de construcción. Idealmente, la madera debería estar impregnada en algún producto que no se pudra. En este caso, la usé tal cual, así es que ya tengo claro que en un año más debo cambiar los palos si es que están muy podridos. Mojé el terreno y apisoné los maderos para asegurarme que quedaran firmes.

     


3° Tenía en la bodega un pedazo de malla plástica verde. La altura creo que es de unos 50 cm, suficiente para empezar. Corté el trozo que me servía para rodear el sector de mi compostera, de este modo queda protegida de gatos intrusos y mantendrá confinada la tierra.


4° Una vez terminada la estructura... ¡¡vaya qué gran obra!! le agregué una bolsa de compost preparado, revolví un poco. Una bolsa de 8 lts vale aproximadamente $1.300, aunque recomiendo unos 24 lts por lo menos. Con una bolsa no me alcanzó y tuve que comprar más. 


5° La inauguré con unas cáscaras de huevo, tomate y pepino del almuerzo del día domingo.

Espero que resulte bien este nuevo intento para aportar un poquito con el medio ambiente.

En resumen ocupé: 
- 1 palo seco de 2x2" de 3.2 m 
- Malla plástica (puede ser metálica de agujero pequeño también)
- Clavos para afirmar la malla (pueden ser grapas)
- Compost preparado, 3 bolsas de 8 lts.
- Muchas ganas :D






jueves, agosto 22, 2013

La mujer, el trabajo y el hogar

De acuerdo a Wikipedia, la doble presencia es un concepto utilizado en sociología del trabajo y en los estudios de género para definir el doble papel que desempeña la mujer como dueña de casa y como trabajadora asalariada. De esta forma, la figura de una mujer que además de preocuparse por rendir bien en su trabajo, debe mantener en orden las tareas del hogar y satisfacer las demandas de sus hijos y su pareja. Se pone énfasis en que la doble presencia afecta principalmente a las mujeres por sobre los hombres, debido a que estos últimos de acuerdo a las estadísticas no ha tomado un rol a la par con la mujer con las labores domésticas, salvo casos excepcionales.



Cuando las labores domésticas quedan relegadas a una persona que trabaje en el hogar (nana u otra) y reemplace a la mujer en las labores domésticas, la carga de la doble presencia se ve disminuida, puesto que se aminora. Se ha destacado que la presión mental por la doble presencia en las mujeres difiere según el estrato socioeconómico al que pertenezca y también la influencia en el estado de salud en las mujeres ocupadas es peor cuanto mayor es el número de personas en su hogar.

De este tipo de exigencias, se habla poco en las empresas. Por lo menos yo no he escuchado nunca este concepto en las empresas donde he trabajado y tampoco sobre los beneficios que debieran recaer sobre las mujeres que tenemos hijos pequeños que requieren atención cuando se enferman o cuando tienen actos en el colegio, por poner ejemplos simples, pero que pueden llegar a ser muy importantes cuando suceden. Son cada vez menos las ocasiones que tenemos como mujeres trabajadoras de estar con nuestros hijos y dedicarles todo el tiempo que se merecen y por lo mismo, el hecho de no estar en casa y tener que de una u otra forma que manejar los asuntos desde “afuera” generan una mochila de quehaceres que no se notan a simple vista, pero que existen. Salir del trabajo para ir a comprar al supermercado, a una librería a buscar algo para la tarea del colegio, ir a la farmacia por algún remedio… Por lo menos a mí no me da el tiempo para ir al gimnasio (como tanto quisiera) ni para sacar a pasear perros.

Este concepto de doble presencia lo siento cada vez que se me juntan varias cosas personales con las profesionales y siento que lamentablemente no hay mucho que hacer para poder revertir la situación. Muchas mujeres trabajadoras debemos rendir el 100% en el trabajo y tener la menor cantidad de problemas ajenos a la empresa posibles… esto es para poder mantenernos en nuestros cargos y no peligrar el trabajo.

Estudios demuestran que la doble presencia se puede transformar también en una doble ausencia, lo que produciría la sensación de no tener suficiente atención a ninguno de los dos ámbitos, ni laboral ni familiar, lo que podría provocar frustración o estrés.

Es importante tener gente en la que apoyarse para poder tener menos carga y esta doble presencia no se haga tan intolerable. La pareja en este sentido debiera cumplir un rol fundamental. Si bien los hombres chilenos están cada vez más abiertos a cooperar en las labores del hogar, aún estamos a una distancia importante de que los roles impuestos socialmente queden en un paralelo.

martes, agosto 13, 2013

Viviendo con mascotas

Llevo 2 años y medio viviendo en mi casa propia. Soñé durante mucho tiempo tener esa anhelada independencia, porque muchos años tuve que vivir bajo el alero de mis padres junto a mi hija. Recuerdo esos años de espera en los que tenía una angustia tremenda, ya que lo que más quería era tener mis propios horarios, vivir a mi ritmo, con mis propias reglas… y un perro que me moviera la cola al llegar a casa. Y así fue.

La casa ubicada en condominio no tenía el patio deseado, solo arena suelta rodeada de panderetas. Cada propietario debía en este caso hacerse cargo de su patio trasero, cercarlo para dividirlo del antejardín y obviamente adornarlo a la pinta de cada uno. Les cuento esto, para que entiendan lo que va a suceder en el resto de la historia.




Por una ganga compré 1.000 adocretos de hormigón que me permitieron “forrar” gran parte del patio de arena. Con esto, tomó aires de terraza y ya podía instalar la mesa y las sillas que me regaló mi madre para una Navidad. Después instalé una bodega en una esquina con unos pastelones. Faltaba solo el pasto para terminar la decoración.

Al poco tiempo de vivir en la casa nueva, tuve la gran idea de adoptar una perrita que sería esa ansiada mascota que moviera la cola y que nos acompañaría para el resto de su vida. Una cachorrita tímida y asustadiza con muchas ganas de cariño. Se lo dimos, sin embargo, al parecer no fue suficiente. Como cada uno tenía sus prioridades y no mucho tiempo para dedicarle, provocó en ella la necesidad imperante de llamar la atención o de matar el tiempo en asuntos que quizás le parecían entretenidos. Hoyos por doquier. 

La lista de elementos destruidos probablemente no contenga todo lo que realmente fue: plato de agua y plato de comida (plásticos), salida de goma de la puerta de la cocina, juguetes, cama de espuma, diarios, cartones, basurero, ropa interior, toallas, colgador de ropa, escoba, pala, puerta de madera, repisa para mis plantas, pelotas reventadas y hechas añicos, sillas de terraza, pedales de la bicicleta de mi hija, maceteros incluidas las plantas… Se nos ocurrió una mejor idea al año siguiente. Adoptar otra perrita. Con esto supusimos que la perrita estaría acompañada y podría gastar su energía con ella. ERROR n° 1. La pequeña cachorra aprendió todas las malas costumbres y juntas además de convertirse en verdaderas pirañas, se arrancaban hacia el condominio por debajo de la pandereta, cuyos forados casi hacen que uno de los pilares que la afirma se viniera abajo. Para evitar la seguidilla de perforaciones en el patio, fuimos nuevamente inteligentes y compramos pasto en palmetas, pensando que no harían hoyos en el pasto. ERROR n° 2. Se lo comieron (SE COMIERON 20 m2 DE PASTO) y siguieron excavando y arrancándose. Intentamos sacarlas a pasear con correa, como lo hacen todos los perros civilizados. Ellas no. Al suelo y no avanzaban. Junto con todo esto, llegaban los reclamos de los vecinos, pues se metían a sus patios, hacían caca, robaban lo que encontraran incluidas las bajadas de ducha, peluches, chopinos, bolsas de basura, entre otras cosas que a modo de regalo las dejaban en mi antejardín, que por supuesto las delataban.

Aguanté 1 año y medio este calvario. Muchos podrán decirme que a los 2 años se les pasa. Otros me dirán que los perritos son los mejores amigos del hombre. Todavía me sensibilizo cuando veo perros callejeros, enfermos y con hambre. Pero considero que sacrificar mi felicidad, mis proyectos por un animal no es justo. Tuve las mejores intenciones de criar a estas dos perritas, las esterilicé, les di siempre alimento de buena calidad, sin embargo, no respondieron jamás a lo que pensé que podría ser vivir con ellas. Lamentablemente, el poco tiempo en casa y las miles de funciones que debo cumplir, no hicieron compatibles esta vida en conjunto.

Tenía muchas expectativas al irme a vivir a mi casa y esta situación me estaba llevando al colapso emocional. Nadie quería salir al patio porque era un desastre. Todo repartido en todos lados. Nadie podía dejar nada afuera por miedo a que fuera devorado.

Por ello es que regalé a las perritas y agradezco a quienes las adoptaron. Mi patio era muy pequeño para sus necesidades, ahora andan en el campo revoloteando. 

Después de esta pésima experiencia, no quiero saber más de mascotas destructivas. Lo único bueno, es que siempre fueron mansitas, nunca las vi peleando ni gruñendo a las personas. Tuve perros cuando era niña, pero nunca vi tal grado de destrucción como el que generaron estas dos. 

martes, junio 25, 2013

Teoría de los Sistemas vs Religión ¿Es posible?

Ser escéptico o incrédulo en un mundo donde las religiones forman parte de las culturas de los países, resulta para muchos ser incomprendido. Desde los inicios de la vida del ser humano en la Tierra, éste ha tenido la necesidad de explicarse lo que sucede a su alrededor y de modo de entender algunos fenómenos naturales llamó a cada uno de ellos bajo el nombre de una deidad. 
Cuando se crece en un medio que ofrece una alternativa de creencia desde la infancia, suele ser difícil modificar ciertas nociones de la vida después de haber escuchado el mismo discurso de forma permanente y constante. 

Teoría de los Sistemas vs Religión ¿Es posible? 

Al estudiar la teoría de los sistemas, se me ocurrió como analogía de sistema cerrado una cultura o creencia. Puede parecer muy ofensivo para algunos definir a una religión como un sistema cerrado, sin embargo, bajo un punto de vista sin sesgo ni fanatismo, sería posible establecer un paralelo entre el funcionamiento de una religión con una organización que tiene su forma de operar definida, con fuertes resistencias al cambio y poca iniciativa de asumir riesgos. Cada religión tiene sus propias definiciones de Dios y tiene ciertos criterios que deben seguirse o asumirse siempre de la misma forma. Quien sea considerado parte de una religión, cuando se ha opuesto a sus mandamientos básicos se transforma en hereje a vista de sus fieles. 

Y así como cada religión tiene sus propia noción de divinidad, también cada una da valor a la vida de forma diferente. Por ejemplo, siendo o no creyente, a los occidentales nos resulta difícil comprender a esos grupos de medio oriente que no otorgan los mismos derechos en materia de derechos humanos a las mujeres o que su intenso fanatismo permite la muerte de personas en el nombre de su Dios, ya sea por medio de atentados suicidas o lapidaciones como castigo. Por ello, podría decir que en un sistema cerrado como una religión y sus fanáticos no están dispuestos a recibir otras ideas que no sean las que están establecidas en la Biblia, Corán, antiguo y nuevo testamento y otros. Por otro lado, tan fuerte es la intervención de la Iglesia Católica en nuestro país, por más que se diga que no interviene directamente, y de otra mayoría de Evangélicos, es que no se permite "conversar" abiertamente de temas como el aborto, aborto terapéutico o el matrimonio homosexual. De acuerdo a las creencias de estas Iglesias de connotación cristiana, la vida se genera al momento de la fecundación y no puede frenarse arbitrariamente, así como las parejas deben estar conformadas por un hombre y una mujer y no por dos personas de mismo sexo. Al hacer parte de las políticas nacionales a las creencias religiosas, el sistema se vuelve cerrado y para aquéllos que no están de acuerdo, resulta difícil cambiar el modelo dado que el Gobierno de turno es el que definitivamente toma las decisiones. 

Cuando una persona tiene a la religión en su vida con una dependencia absoluta, se vuelve fanático. Las religiones basadas en el cristianismo, se basan en el sufrimiento de Cristo y por tanto las personas viven pagando constantemente sus pecados en un estado de sufrimiento y agradecimiento permanente. No así ocurre con las creencias orientales basadas en las energía y en la sanación. 

El laicismo quisiera obtener del gran sistema conformado por los diferentes sistemas cerrados, una visión universal y no ligada a ninguna creencia religiosa particular. En este sentido, un gobierno laico escucha a todos los credos sin embargo no permite que ninguno determine lo que se puede y lo que no se puede hacer. De esta forma, son las leyes las que dominan el comportamiento de las personas en civilidad y no los miramientos religiosos o subjetividades de lo que estaría bien o mal bajo la mirada de la Iglesia. 

Se define sistema cerrado como aquél que no interactúa con otros agentes situados fuera de él y por tanto no está conectado de forma casual ni correlacional con nada externo a él. Claramente, es poco probable que una iglesia o institución religiosa sea absolutamente cerrada, ya que está conformada por personas que alternan con distintas realidades en el día a día, sin embargo al estudiar una iglesia en particular, entendiendo sus criterios, sus conceptos sobre la vida y la muerte, sobre la creación del ser humano e incluso la forma en que un ser humano se desenvuelve en el mundo debido a su religión, podría considerarse cerrado. 

Haciendo un análisis desde otro punto de vista, al conocer el Budismo me fue posible entender que existen religiones cerradas y otras abiertas, de acuerdo a lo que se entiende por intercambio de energía. Un sistema abierto interactúa con otros agentes y se relaciona con factores externos a él. En este caso, el Budismo no se basa en el sufrimiento sino en cómo aliviarlo, en centrar las energías en el ser humano y permitirle encontrar el camino de la sanación personal, comprendiendo y dominando las energías de su entorno. De esta forma, si bien igualmente es una creencia cerrada, no tiene sus fundamentos en reglas predeterminadas que deben seguirse por imposición sino que permite a cada persona comprender el medio en el que vive. 

Consideremos ahora la mirada de un ateo o de un agnóstico. Son sistemas abiertos, no esquematizados ni dominados por creencias determinadas. La diferencia entre uno y otro es más que nada la sustancia. Ninguno cree sin embargo el agnóstico no puede demostrar la inexistencia y por tanto tendería a ser un poco más curioso. Suponiendo que un agnóstico quisiera de alguna forma demostrar que no existe ninguna divinidad, tendría que estudiar cada religión y analizar cada uno de sus fundamentos de modo de crear un antihipótesis. Tomar lo existente y desmentirlo. En ese proceso de recopilación de información podría eventualmente encontrarse con información de su interés y tomarla para sí. No es desconocido que personas que se han definido agnósticas o ateas en su vida, a partir de algún evento en sus vidas cambien de opinión y 
se conviertan a alguna religión. Numerosos casos de presos que se han convertido al evangelio y han transformado sus vidas para siempre. Entonces, a pesar de la mirada incrédula de aquéllos que no profesan religiones, a veces este sistema abierto se transforma en un sistema cerrado, no obstante, en este caso es por opción, lo que se contrapone a lo que se comentaba al comienzo de este ensayo, con respecto a que la formación desde el nacimiento en torno a una creencia convierte a un ser humano en creyente por repetición de ideas por parte de sus padres y por
formación.

sábado, marzo 02, 2013

No botes, recicla


¿Te has dado el tiempo alguna vez de pensar cuánta basura sacas a la semana de tu casa para que se la lleve el camión? Te invito a hacer ese pequeño esfuerzo durante 1 mes y te vas a sorprender de los resultados. Lo puedes medir contando la cantidad de bolsas o tarros dependiendo de la forma en que elimines tus desechos. Sea como sea, lo importante es que logres darte cuenta que tu estilo de vida genera un daño al ambiente, muchas veces, sin querer hacerlo conscientemente.

La forma de vida que hemos estado adoptando en el mundo, el consumo indiscriminado de combustibles fósiles para generar energía, la alta producción de artículos en base a hidrocarburos (plásticos), la vida rápida que llevamos que nos obliga muchas veces a utilizar materiales  desechables, entre muchos otros factores han generado tal nivel de contaminación en nuestro planeta, que se vislumbra que de no tomarse medidas preventivas ahora ya (!) la vida en la Tierra se volvería insostenible para las generaciones venideras.
En Europa se han tomado medidas importantes con respecto a los niveles de contaminación que generan las industrias. La huella de carbono en la elaboración de productos se ha vuelto la forma de medir estos niveles. En nuestro país, lamentablemente las empresas que más contaminan, a pesar de que cumplen con los máximos de emisiones permitidas, están la mayoría de las veces cumpliendo al límite. De huellas de carbono ni se habla.

A nivel doméstico, la basura domiciliaria generada día a día es muy alta. Existen distintas técnicas para detener en parte la contaminación que generamos en nuestros hogares. Les voy a indicar algunos ejemplos, a ver si se motivan a practicarlos en casa:


1. Ecoladrillos: Necesitas botellas plásticas de bebidas gaseosas y/o jugos envasados y rellenarlas con todo el plástico de desecho tal como bolsas, envases de yogurt, lápices. Algunas organizaciones ecológicas se dedican a recolectarlos para usarlas como aislación en viviendas económicas o como elementos de soporte para estructuras livianas. 


2. Tapitas de botellas: Junta las tapitas de las mismas botellas que mencioné anteriormente. Hay una campaña muy bonita en ayuda de los niños con cáncer, creada por las Damas de Café del hospital Calvo Mackenna y que ahora está transformándose en institución independiente. Les dejo el link de la campaña “Junta Tus Tapitas”. http://www.cjtt.cl.


3. Reciclado de papel y cartones: No es por casualidad que uno se topa en las calles con personas recolectando cartones en triciclos. El cartón se recicla transformándose en nuevo cartón, ya sea como relleno de cartón corrugado o en rollos de papel higiénico. El papel blanco (impresiones, fotocopias, cuadernos usados, boletas) se recicla para generar nuevas hojas reciclados, o en papel higiénico, toallas de papel, entre otros. Como dato, si lo vendes, su valor fluctúa entre $60-$120 por kg. No lo botes.




4. Ropa usada: la ropa que ya no uses, pero que está en buenas condiciones, puedes regalarla a alguna amiga, guardarla para otra temporada para cuando vuelva a estar de moda o tratar de venderla en alguna feria de las pulgas. No la botes.

5. Botellas de vidrio: En las grandes ciudades es posible ver contenedores de vidrio patrocinados por Municipalidades o en ayuda de organizaciones como Codeff o Coaniquem. No las botes, guárdalas y llévalas a los contenedores.






6. Compostera: las cáscaras de papa, manzana, de huevo y todos los desechos orgánicos vegetales, incluso madera podrida puedes ocuparla para crear tu propio compost o tierra de hoja o fertilización y ocuparla para tus plantas. Algunas utilizan lombrices para la oxigenación de la tierra. Existen composteras en tiendas comerciales, pero también puedes hacer una propia reciclando algún cajón de tomates.





Existen otras técnicas para favorecer a nuestro planeta y paliar un poco la contaminación que aportamos. Techos verdes o paneles solares, son algunas de ellas.

Como ves, es posible hacer algo por nuestro ambiente sin mucho esfuerzo, pero sí tomando conciencia que no todo debe ir directo al basurero. No esperemos que los demás lo hagan primero. Partamos por casa. Yo ya comencé. No botes, recicla.

miércoles, febrero 06, 2013

Sigo siendo la misma


Siempre he sido igual. No es tan difícil de reconocer en mí cierta actitud defensiva en algunas situaciones, sin embargo tiendo a ser asertiva la mayoría de las demás ocasiones. Intento ser objetiva para dar mi opinión con respecto a los temas conflictivos, e.d, política y religión. Aclaro que no me agrada el conservadurismo de derecha y no soy creyente. En fútbol no me meto porque en realidad no me interesa. Lo único que opino sobre este deporte es que me parece que el fanatismo extremo es enfermizo y que mucha pelota durante muchas horas me aburre, tanto en la tele como tema de conversación. 


No cambio mi discurso con respecto a mi postura feminista. No me dejo pasar a llevar con comentarios machistas ni represivos respecto a nuestro "rol" en la sociedad. Afortunadamente me educaron para valerme por mí misma y no ser dependiente de nadie y adquirí las herramientas suficientes para lograrlo.

No cambio mi forma de ver las cosas. Siempre hago comentarios del mismo tipo, no me gustan los flaites ni los rotos, me carga la obesidad mórbida, me carga cuando la gente come mal, no me agradan los hombres opresivos ni posesivos, me cargan las personas que no enfrentan las discusiones de frente. Soy directa, enferma de directa.

Me han dicho que soy muy seria con las dependientas de las tiendas. Lo soy. Varias veces me ha pasado que me han tratado de ver la cara y por tanto he tomado una actitud defensiva. Lo reconozco. Seguros no contratados, cobros no permitidos, descuentos no realizados, entre otros. 

Siempre he sido igual. Mi "línea editorial" en redes sociales es siempre la misma. No espere otra cosa de mí. Pienso en voz alta, digo lo que siento, hablo por la guata. Soy pocas veces sutil, se me sale el chavo más de una vez... así soy. No muy cariñosa en público, pero sí apegada a mis cercanos. Quiero a mi manera, veo la vida a mi estilo y a mi manera. No me dejo llevar por lo que los demás quieran de mí. Me han tratado de rebelde, quizás sí, caprichosa no soy, llevada a mis ideas, incluso soberbia. Pero muy pocas veces tengo malas intenciones y eso es lo que los demás no lo entienden bien. 

A estas alturas, supongo que ya pasé a ser una adulta mañosa. No creo que logre cambiar mucho pa' adelante. Ahora entiendo por qué se dice " ya está viejo, no lo vas a hacer cambiar".

viernes, enero 18, 2013

Cumpleaños feliz


De niña esperaba ansiosa el día de mi cumpleaños. Hasta el día de hoy me alegra cumplir años, sin embargo a medida que pasan una espera que las velas sean solo figuras geométricas y no una cantidad desproporcionada que pueda provocar un incendio. Este año solo fue un signo de interrogación, casi por humorada, porque asumo mis 33 con mucha alegría.

El cumpleaños tiene connotación de evento, ya sea uno con invitados y torta, o como hito en la vida de cada ser humano. Marca una pauta entre un antes y un después. Marca ciclos y etapas de nuestras vidas que nos permite además ir "calendarizando" nuestros recuerdos. El festejo anual del cumpleaños pasa a ser una tradición en la que niños y niñas comienzan a internalizarse en los primeros eventos sociales, de adolescentes son los eventos para la conquista y primeros tragos, luego de asados y carretes con gente que a veces ni conoces, hasta volver a las celebraciones familiares, con un grupo más reducido de invitados donde participan los más cercanos.

Una de las sensaciones más incómodas autoprovocadas es la del momento de apagar las velitas. Uno se siente ultra observado, además que en la parte donde deben decir tu nombre aparecen sobrenombres de tus amigos, de tu familia, tu pareja, hijos, abuelos, etc...

Me gusta estar de cumpleaños y cuando lo estoy lo digo a todo el mundo. Muchas personas no le cuentan a nadie y por lo tanto no las saludan ese día. Uno espera que los demás se acuerden, con eso de cierta forma, demuestran qué tan importante eres para ellos. Pero a estas alturas y con este ritmo de vida, reconozcamos que es difícil acordarse de todo, por lo menos yo ya perdí esa capacidad. Cuando era niña llevaba anotado en mi agenda los cumpleaños y mis amigas me dejaban un recordatorio tipo "eres una buena amiga y espero que te acuerdes de mi cumpleaños", ahora es Facebook el que me lo recuerda, si no, habrían muchos cumpleaños que olvidaría, incluso los importantes que no debo olvidar. Mi hermana por otro lado, era tan fanática que empezaba la cuenta regresiva al día de su cumpleaños casi seis meses antes, preparando listas de invitados separados por niñas y niños y pensando en la motivación de su torta.

Mis padres siempre me lo celebraron, aunque por estar en enero tenía que celebrarlo anticipado para poder invitar a mis compañeros de curso. Así es que a veces celebré en diciembre e incluso otras en noviembre. Siempre quise que me cantaran el "Cumpleaños Feliz" en la sala de clases. Nunca pudo ser... sufrí por eso. Invitaba a todo el curso, con los chicos invadiendo todas las habitaciones. No había piñata, habían platos con dulces para que sacaran a destajo, con eso se evitaban los golpes y los llantos de frustración por no agarrar un par de dulces más. Lo pasábamos bien. Siempre lo he pasado bien.

Cuando era niña me sentía más grande al cumplir años... ahora cada año siento que me pongo más vieja, aunque suena mejor decir que me pongo más madura. Quizás lo más complicado es ir dándome cuenta cómo pasan los años y entender que hay cosas que tengo que hacer ahora y no dejarlas para el futuro...