lunes, julio 20, 2015

Hágalo Usted mismo

Acabo de hacer un video en el auto cantando. Justo en la radio tocaron la canción de Evanescence "My Inmortal" que varias veces canté en karaokes y me salía la raja, así es que me grabé y lo subí a Instagram. Corta. 


A raíz de esta tontera, me quedé pensando en que hay mucha gente que no se atreve a hacer nada y más bien se dedican a criticar a los que nos atrevemos a hacer lo que nos gusta, a actuar de acuerdo a nuestra voluntad, espontaneidad o lo que sea. 

Canté en el barco en un concurso de karaoke. Súper internacional. Rompí todas las barreras jaja. Elegí una canción de Shakira, "Underneath your clothes". Las canciones en español para elegir eran raras onda Jarabe de Palo y el Aserejé. Ésta ya la he cantado ene veces así es que la usé como caballito de batalla. ¿Han pensado lo complicado que es cantar en un espacio reducido frente a un montón de gente que no te conoce? Intentando mantener el equilibrio, porque además estaba nerviosa, el barco se mueve porque anda a no sé cuántos kilómetros por hora en la noche. Tiritaba y me tambaleaba mientras cantaba pero lo disimulé bien. Al final saqué aplausos y todo... tanto que me estuvieron buscando para participar de un festival de talentos, pero no me encontraron y no pude participar... el tema es que a pesar de la audacia que implica hacer ese loco, no faltó quien me dijo que desafiné en algunas partes, que podría haber elegido otro tema y blablala... Yo les digo: Háganlo Ustedes y después me joden.

Me gusta cantar, escribir, saltar y bailar cuando hay música. Pero me quedo sentada y bailo con los pies debajo de la mesa para no incomodar a los demás, pero me encantaría poder expresarme libremente sin "molestar" al resto. La gente es demasiado ubicada y nos han enseñado desde niños a ser bien comportaditos. Esa pelotudez me tiene tostada. Cuando escucho "Bailar sin César" que dice "Mi cuerpo pide baile y ustedes no me dejan, yo quiero expresarme, ser libre con mi cuerpo", a eso me refiero con que el resto te impone que no hagas tal o tal. A mí me está cada vez dando más lo mismo lo que opinen los demás. 

Que si subo videos o publico lo que se me ocurra en las redes sociales, es mi problema. Si no le gusta, me borra, me bloquea, me elimina, me pone "desactivar notificaciones", "no quiero ver esto" y un sinfín de alternativas que puede escoger para no tener que verme ni soportarme. A mí me encanta hacer lo que se me antoja y no voy a permitir que me digan que deje de hacerlo. Soy una persona libre de cuerpo y espíritu.

Insisto nuevamente. Si no se atreve a hacer algo, no se ponga a opinar de cómo podría haberlo hecho otra persona. Hágalo Usted y se deja de hinchar. 








domingo, julio 19, 2015

¿Entendió?

Me sorprende que haya gente que entiende lo que quiere entender y no sea capaz de leer la información tal y como se entrega.

La puntuación es muy importante, pero a pesar de los tildes, comas, puntos suspensivos, paréntesis, aún así hay gente que entiende solo lo que SUPONE que lee y no analiza en mayor profundidad.

Me ha pasado varias veces cuando publico avisos de ventas.

Por ejemplo:
Vendo sillón de un cuerpo. Como nuevo. $35.000. Y me preguntan cuántos sillones tengo para vender y en cuánto dejo los 2.

Vendo láminas protectoras para celulares Iphone 4, Iphone 5 y Samsung Galaxy Grand. Y me preguntan si tengo para el Samsung Galaxy Pocket.

Vendo fundas para cojines de superhéroes. Y me preguntan si vienen con cojín.

No sé si lo hacen para ver si me equivoqué y/o si me olvidó publicar otras cosas, pero me sorprenden las preguntas cuando el asunto es simple de leer.

Si escribo ¿compro pan? es porque estoy preguntado si paso a comprar, no si la persona ya compró.

Me molesta que la gente no se dé el trabajo mental de entender. Quieren todo digerido. Ya me ha pasado con clientes que me hacen escribirles las cotizaciones una y otra vez, lo mismo con la cuenta para la transferencia. Tengo paciencia, pero todo tiene limite... Como todo en el mundo.





martes, julio 14, 2015

Casi sin pega

Nuevamente se avecina un futuro incierto laboralmente hablando. Por un lado tengo terror a estar sin pega como el año pasado, porque este año no voy a tener el colchón de la indemnización de los años de servicio y por lo tanto, no sé si voy a ser capaz de pagar todos los costos fijos que tengo que pagar. 

Tengo el negocio de los eventos infantiles, pero la actividad queda sujeta en gran parte a los fines de semana por lo que estoy tratando de reinventar el negocio de modo de poder sacarle más provecho. Es más, estoy tratando de comprar la casa del local para evitar seguir pagando el arriendo y convertir ese pago en dividendo. Ojalá resulte.

El tema de fondo que quiero tocar es que como les comentaba, me da terror quedar sin pega por la inestabilidad económica que esto significa, sin embargo, siempre hago lo posible por sacar a flote mis intereses y no me hundo al primer intento. Ya sé que voy a tener que eliminar algunos gastos como por ejemplo, la nana. Es un lujo que no me puedo dar y como la casa es pequeña, no es taaanto lo que hay que hacer, además que varias de las cosas por hacer, igual las hago yo. Mi hija ya está grande y en realidad no necesita de muchos cuidados, que fue la razón primaria para contratarla. Va a ser una lata cocinar todos los días y hacer el aseo, pero es lo que debo hacer. Aparte de trabajadora, también soy dueña de casa, de mi casa.

Me dedico a las ventas, así es que espero por ese lado lograr algunas entradas que permitan hacer crecer el Happy Shop que tengo en el local. No le he dado mucha bola, porque no me he podido dedicar 100% a él. Contratar a alguien de punto fijo para que lo atienda, escapa de mis posibilidades, además que en su sueldo, perdería toda la ganancia. Quiero ver la posibilidad de dedicarme más a las manualidades que tanto me gusta hacer y abrir el bazar al público, de forma continua, como lo hacen los comerciantes. Me falta dar ese gran paso y perder el miedo al riesgo. Lo complejo de todo es que pienso que no estudié tanto para esto. Me gusta lo que hago en la pega, me encantan los sistemas de gestión, me gustan las obras viales y también las viviendas... no sé si sería capaz de dejar todo de lado para dedicarme de lleno a ser comerciante... mi gran dilema. Al menos por ahora me llamaron para hacer unas peguitas extras que me ayudarán a juntar luquitas para las vacas flacas.

Siempre estoy revisando portales buscadores de pegas. Pareciera que a una le leen la mente estos tipos, porque me llegan ofertas a cada rato e incluso avisan que no he actualizado el CV... el problema es que a pesar de que actualicé mis datos me llegan correos con el lema "Tenemos ofertas que podrían interesarte" y me envían ofertas para repartidora de pizza o bombera de servicentro... wn! No sé cómo filtran. No son todos, pero Laborum se luce con esas ofertas super pensadas en mi perfil.

Sigo con miedo a quedar sin trabajo por mucho tiempo, pero sé que por mientras puedo mantenerme ocupada en mi negocio. Es una lata levantarse y quedar desocupada. Al menos aquí tendré con qué ocupar el tiempo.


domingo, julio 12, 2015

Leer

Desde el año pasado tomé la lectura casi como una obligación. Nadie me obliga, no tengo que hacer resúmenes a nadie sobre lo que leo, pero se me ha vuelto una adicción... una linda adicción. 


Confieso que empecé a leer porque no soportaba no saber de qué se trataban "Las cincuenta sombras de Grey". Ya se estaba empezando a hablar de la película cuando comencé el primer tomo, y como me dejó fascinada, tuve que conseguirme el segundo con una amiga. Aún me falta el tercero, así es que no he visto la película. No les voy a contar de qué se trata porque ya se ha hablado mucho de esto. Dejé el link para que descargues los libros, si es que los quieres leer... yo voy a leer el tercero que me falta. 



Seguí después con "El Resplandor" de Stephen King. Mi hija lo había pedido a su papá de regalo, lo comenzó a leer y nunca lo terminó. En realidad era complejo el libro para una niña de 11 años. Lo leí casi en 6 meses. Entremedio tomaba otros libros y me los devoraba, para luego seguir con esta misma novela. Me costó terminarla, pero lo logré. Había visto extractos de la película, pero en realidad, leer el libro fue mucho más interesante, sobretodo por los detalles cuando se describen los pensamientos de los personajes. 



Un libro que me gustó mucho y que me inspiró a hacer algunos cambios en mi vida es uno llamado "Una cita con mi vida" de Cecelia Ahern. Trata principalmente de cómo una joven mujer soltera enfrenta su vida y que cuando la descubre frente a frente, se da cuenta que lo que ha hecho durante mucho tiempo es mantenerse viviendo una vida que no es la que quiere vivir y debe enfrentar sus temores y trancas para poder salir adelante, avanzar y lograr sentirse bien con ella misma. Un libro encantador que te deja pensando sobre tu vida, si eres de esas personas que está permanentemente cuestionándose si lo que está haciendo día a día es lo que realmente quiere hacer.





Cuando se estrenó el libro de Pablo Simonetti "La barrera del pudor", lo compré porque sí. No recuerdo qué año fue, pero se hablaba harto de él, así es que lo compré no más. Comencé a leerlo y lo dejé de lado por varias razones, entre ellas que no me cautivó desde el comienzo y además que tenía muchas cosas que hacer. Hasta que lo volví a leer este año para darle una nueva oportunidad. La historia es sobre una mujer casada que se encuentra desencantada de su marido el que a su vez, no hace mucho por complacerla, principalmente porque tiene problemas de impotencia, lo que los ha llevado a distanciarse. Tiene morbo, promiscuidad y harto sexo. También trata sobre insatisfacciones personales y afectivas de la protagonista. El final es un poco predecible. Lo recomiendo para leerlo en una terraza en verano.




En el viaje pedí prestado a mi hermana un libro que andaba trayendo llamado "Ciudades de Papel". Lo devoré. Era de fácil lectura, con personajes adolescentes y una historia que también hablaba en cierto modo de tratar de descubrir qué es lo que quieres hacer de tu vida vs lo que te imponen los demás cuando estás inmerso en un círculo que te predispone a cómo debes ser, actuar, sentir y proyectarte al futuro. No sé si es para recomendarlo, pero lo leí en 3 días, así es que no pierdes el tiempo si decides tomarlo.





Leí hace un par de meses un libro que vino justo en una etapa de mi vida en que leerlo me hizo sentirme parte de las emociones de la protagonista. Se llama "Un lugar onde refugiarse" de Nicholas Sparks. Una mujer decide ir a vivir a un pueblo, lejos de su ciudad de origen, dejando un pasado horrendo y lleno de daño. Si les gustan las historias de amor puras, ésta es una excelente novela. La historia da un giro casi en la mitad e hizo que me fascinara más de lo que ya estaba al comienzo. Hay una película basada en este libro, no la he visto, pero lo que me contaron, el texto es mucho mejor. Es un buen libro para quienes disfrutamos de las historias de amor.




Hace poco terminé "La Razón de los Amantes" de Pablo Simonetti. Me repetí el autor. El libro al igual que el otro, es de letras grandes y fácil de leer. La historia ocurre en Santiago y trata sobre una pareja un poco dispar pero funcional, que rompe su rutina habitual por un hombre que aparece a darles vuelta todo. Trata sobre homosexualidad, amor, desamor, sobre apariencias pero sobretodo sobre cómo debes lidiar con lo que es "correcto" y lo que deseas realmente hacer. Lo leí en una semana, todas las noches antes de dormir.




Y el más encantador de todos que terminé anoche, es "Ésta es una historia de amor" de Jessica Thompson. Dos personajes, Sienna y Nick se enamoran desde que se ven por primera vez en un metro camino al trabajo. Descubren ese mismo día que trabajan en la misma oficina y desde entonces toda la historia gira en torno a este amor supuestamente no correspondido entre uno y otro. Lo interesante es que la autora hace que tanto Sienna como Nick tengan espacios para contar parte de sus emcoiones con respecto a una misma vivencia. Es una linda historia de amor, un libro de más de 400 páginas, con letra mediana a pequeña, pero que cautiva porque hace sobresalir la bondad de la protagonista, sus temores y sus alegrías. Es mi reseña, pero a mí me queda la importancia de apreciar las cosas simples de la vida.


Como verán me he pasado un buen tiempo leyendo. Y aunque no crean, seguiré haciéndolo. Me esperan en el velador: "Como agua para chocolate" de Laura Esquivel, "Cuicoterapia" de Josefina Reutter, "Niebla" de Stephen King.





martes, julio 07, 2015

Catarsis emocional

No sé si a Ustedes les ha pasado que en un momento de la vida entran en un colapso de emociones que hacen que estallen en un llanto desproporcionado y quieren mandar toda la vida a la mierda.




Había sentido emociones fuertes antes... sobretodo en el taller Alba Emoting al que asistí junto a otras mujeres donde nos enseñaron a liberar las emociones a través de la respiración. De acuerdo a la psicóloga existen 6 emociones propias al ser humano y que nos diferencian de los otros seres vivos: la alegría, la ternura, la rabia, el miedo, la tristeza y el erotismo. Esas seis emociones condicionan los estados anímicos de las personas. Los actores pueden desarrollar estas técnicas de respiración para lograr obtener los estados que tanto nos "emocionan" en las películas o teleseries. Nos enseñaron a respirar de distintas formas y en distintas posturas físicas... cuando tuvimos que recurrir a la rabia, creo que fue la emoción más fuerte que he sentido en años. No pude lograr el miedo, la alegría fue casi automática al igual que ternura y el erotismo. Con la tristeza tuve pena de situaciones que imaginé en el futuro, porque no he tenido grandes tristezas que pudiera recordar con tanto dolor, pero con la rabia... ufff se me salió el "conchetumadre!!!" que llevo dentro. A tal punto que la psicóloga hizo un alto, me preguntó qué sentía y nos explicó un poco sobre la violencia de pareja y las distintas formas de abuso. Fue importante para mí entender algunas de las sensaciones que tenía en el momento, pues me abrió la perspectiva de que fui víctima y no debía sentir ni vergüenza ni temor por contarlo.

Hoy fue un día catárquico... o como se diga. Con tanta cosa que da vueltas por mi cabeza entré en un colapso de mierda. Despotriqué contra todo y todos. Este país me tiene chata con sus políticos corruptos y vendidos. Me tiene enferma la discusión sobre el aborto porque creo que cada quien debe decidir qué hacer con su cuerpo y su vida. Me envenena el hecho de que por tener tetas en muchas situaciones nos consideren como seres inferiores, sobre todo en otros países donde ven a las mujeres como objetos vendibles, violables, cedibles y abusables. Me tiene podrida leer en todos lados sobre la Copa América, que si bien me pone contenta, dan ganas de que paren de una vez con el fanatismo exagerado. Me saca de onda la puta ley que quiere hipotecar las casas de los jubilados. Me caen mal que atribuyan las cosas buenas que ocurren a un ser superior en el cual no creo. Me apesta que  haya tanta desigualdad de salarios y que se discuta por un par de lucas del sueldo mínimo en vez de fijar un sueldo digno. Me enrabia que se contamine tanto nuestro planeta, que no haya políticas claras con respecto al reciclaje en este país y que no se cuiden los recursos naturales. Me tiene tostada que hayan tantos perros vagos buscando hogar y tanto weón maltratador. Me indigna que haya humanos que se caguen al resto abusando de su buena voluntad. Me tiene cabreada tanto pelotudo que maneja como si fuera dueño de las vías y de que los cuidadores de autos crean que eso es u trabajo y que más encima se sientan con el derecho de cobrarte por hacer nada. Y así un sinfín de injusticias, mierdas, cosas que me pasan a mí y al resto, la poca estabilidad laboral que hay cuando trabajas en obra y un cuanto hay de caca que da vueltas en mi cerebro pensante.

No estoy tan loca como llegué a pensar. Las catarsis son relativamente normales y averigüé sobre eso. Voy a copiar el texto, citando a la fuente en el enlace para que no parezca hurto de información, sino más bien un préstamo para poder compartirla.


Cuando las emociones nos bloquean y nos saturan, intentamos poner auto-control.
Nos han enseñado que no está bien llorar, ni que nos vean mal. Y por eso, procuramos presentarnos ante los otros, enteros, felices, fuertes, aunque por dentro estemos a punto de estallar, y nos sintamos vulnerables, débiles, emocionados…
Así, procuramos esconder lo que sentimos, reprimirlo, vivir como si no me sintiera como me siento, es decir, negándome a mí mismo/a.
Y llega el día, en el que no puedo más, me siento cansado/a, agotado/a, con ganas de dejarlo todo, y ese día, me desbordo, mis emociones se desatan, no puedo controlarlas, afloran sin permiso, y me siento muy mal…
A la misma vez, mi cuerpo responde físicamente dolorido, con enfermedad, reacciones físicas, molestias…

Eso es la Catarsis Emocional, cuando sufro un colapso emocional, mis emociones me bloquean, me paralizan, ya no puedo ser fuerte y contenerlas, me siento vencido, pequeño, como si el mundo fuese un lugar peligroso para mí, todo me daña, y me causa dolor, nadie me comprende…

Es precisamente éste momento catártico, el que he querido evitar durante mucho tiempo, durante el cual me he mostrado fuerte, impasible, valiente y por ello había conseguido el “auto-control”, tan necesario para sentirme equilibrado/a.

Sin embargo, todo recipiente acaba llenándose, y tenía que ocurrir.



Si analizamos y observamos la “explosión emocional”, nos daremos cuenta de que no surgió de la nada, sino que durante un tiempo impredecible, he estado “aguantando” y no permitiendo que aflorasen mis sentimientos más profundos, algunos, inconscientes. Por tanto, podríamos decir, que si los negaba, no les permitía salir, en realidad, no los aceptaba.
Y si seguimos buceando, quizás descubramos pensamientos de “auto-exigencia”, como por ejemplo, “tengo que estar bien”, y por ello, me reponía, ocultaba mis emociones más profundas, y “gracias a ello”, podía seguir viviendo, con la sensación “falsa” de control y equilibrio.


Es necesaria ésta explosión catártica, para la “salud emocional”, si llegamos a éste nivel de negación emocional.
Sin embargo, es más saludable no llegar hasta aquí. Para ello, desde la primera emoción o sentimiento, me permitiré vivirla en toda su expresión, aceptando que “soy humano/a, y tengo emociones”, valorando éstas como parte de un proceso de aprendizaje, crecimiento, cambio y maduración.

De ahí, que es necesario encontrar vías sanas de expresión de las emociones, no dañinas para la propia persona, ni para los demás, y donde sacarlas, expresarlas, gritarlas, contarlas, llorarlas…Y liberarse de ellas.Toda represión es negativa, hace crecer las emociones en nuestro interior con más intensidad y dolor. Pues están sin resolver.
Toda expresión “controlada” es terapéutica, liberadora. Y esto supone aceptar las emociones, hablar de ellas y no ocultarlas. A esto le llamamos Inteligencia emocional.


Para ello, es indispensable, perder el miedo a sufrir, a sentirse vulnerable ante los demás, ya que el mayor dolor es el que no se expresa, y la mayor vulnerabilidad es la presión de ocultarse, y no ser uno/a mismo/a.


domingo, julio 05, 2015

Sin deudas

Es agradable sentir la liviandad de no estar en deuda con otras personas o con instituciones...

Me he preocupado toda mi vida en no deber nada a nadie. Sobretodo cuando se trata de plata. Me siento mal si sé que no he pagado una cuenta, o si alguien me prestó plata y no la he devuelto en el tiempo estimado. Me preocupo de estar permanentemente insistiendo en que debo devolver lo que no es mío... Por el contrario, siento que en varias ocasiones he dado más de la cuenta y están al debe conmigo. Eso pasa por confiada, pero bueno, habrá que sacar cuentas positivas de todas formas. Sirve de aprendizaje.

Por ejemplo, el caso más claro de deudas no resueltas son libros que se prestan y nunca los devuelven. Ufff .. yo tengo uno prestado en mis manos que acabo de terminar de leer y creo que no voy a estar tranquila hasta devolverlo. Está en todo caso en prenda, por el que yo presté a cambio jeje.

Hay personas a las que no les importa ser canallas y deberle plata a todo el mundo. Sé de algunos que son especialistas en cagarse a los demás. Uno puede tolerar hasta cierto punto una deuda, mientras no afecte el quehacer natural, pero cuando eso afecta a tus propios intereses, el asunto se vuelve grave. 

Nunca me ha molestado cobrar, es una lata, pero hay que hacerlo, porque sino, los vivos se pasan de listos. Me dedico a vender cosas nuevas y usadas. También hago regalos de lo que siento que ya no voy a ocupar y que otros pueden dar buen uso... esas "cosas que alguna vez pueden servir" sale permanentemente de mi casa-bazar. No tranzo cuando de ventas se trata. No hago rebajas cuando considero que el precio es adecuado, y por lo general es rebarato. Cuando vendo, vendo y cuando regalo, regalo. Y si vendo es pasando y pasando, aquí no se fía.

Solo debo respeto y atención a mi madre y a mi padre por ser incondicionales en todos sus actos hacia mí, mis hermanas y mi hija. A los demás, no les debo absolutamente nada. 

Un link sobre tips para eliminar las deudas. 


viernes, julio 03, 2015

Escribir

Llegué a casa y mi hija estaba copiando unas frases de un libro y me dice:
"Me dieron ganas de escribir, no sabía qué escribir así es que me puse a copiar este libro..."

Orgullo de mamá.

A su edad comencé mi primer diario de vida que mantuve vigente hasta los 16, hasta que un compañero de colegio me dijo "para qué dejar registro de lo que uno vive?" Dejé de escribir diarios y comencé mi etapa de poeta en la cual escribía pequeños poemas de amor y desamor, de sentimientos arraigados en lo más profundo de mi ser. Dejé de escribir a los 20 años cuando me di cuenta que los escritos eran macabros, desoladores y llenos de angustia. Más que ayudarme a escapar de las emociones de esos años, me hacían caer más y más en un profundo deterioro emocional. 

Dejé de escribir porque me hacia daño. Era como un auto flagelo.

Hasta que descubrí este espacio, el boom de los blog en el año 2005-2006. Aquí comencé este viaje sin fin donde puedo plasmar cada idea, cada sentimiento, cada sensación que tengo. 
Este espacio para mí que me brinda una enorme satisfacción personal. 

Me alegra que mi hija vaya tomando el mismo curso. Me sentí feliz de saber que adquirió (probablemente de mí) esta emoción por la escritura que aunque aún no sepa expresar todo lo que siente y piensa, en ella está aflorando el bichito de transmitirlo.


Una historia

"LA PRINCESA BUSCA MARIDO (Jorge Bucay)

Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también se fue.

Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven.Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente este joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.

La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:

- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de verdad me quiere.

El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él.

Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:

- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar un día más?

Y el hijo contestó:

- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi amor, ¿verdad madre?

Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento y el otro no lo hace es porque todo se ha terminado."


miércoles, julio 01, 2015

Confiar

Me cuesta mucho mentir, y es una de mis fuertes debilidades. Por esto es que creo ilusamente que los demás no lo hacen. Para mí la confianza es la base de las relaciones humanas. Sin embargo, dicen que en la confianza está el peligro. He hecho caso omiso a esta frase. Debería ser menos confiada, más cuidadosa, menos ilusa y más terrenal. 

He perdido varias veces la confianza en las personas, pero siempre dejo la puerta entreabierta para confiar en aquéllas que no me han fallado. 

Me es difícil creer que la gente mienta para lograr un objetivo aunque dañe a otra persona. No entiendo a los estafadores que se aprovechan de la buena voluntad de las personas. No entiendo que alguien pueda dañar tanto a otra persona que la ha ayudado. No entiendo a esos hijos malagradecidos que abandonan a sus padres cuando están viejos. No entiendo cómo puedes faltar a tu palabra sin importar pasar a llevar tu honra. 

Debo aprender a ser más desconfiada. Debo aprender a creer menos y a marcar límites. La bondad no puede ser para todos. Debo aprender aún muchas cosas. Una de ellas es a no confiar y a no crearme expectativas tan altas... Eso pasa cuando eres soñador, crees que tienes el mundo en tus manos y en realidad el mundo te tiene a ti. Qué triste.