jueves, enero 19, 2012

Érase una vez

Ha llegado el momento. Nos amenzaron que el 2012 sería el fin del mundo. Otros dijeron que sería el fin de una era. Otros, que venía un cambio de mentalidad. Al parecer esto último es lo que va a suceder.

La página Megaupload fue cerrada, sus integrantes fueron arrestados por piratería y muchos ya están dando vuelta en círculos y gritando por las calles como si el mundo se hubiese acabado para ellos... la tecnología, las redes y el acceso libre a todo tipo de información han sido claves para el desarrollo de las nuevas generaciones y de las antiguas que se adaptaron.

Con esta psicosis colectiva, me vienen a la mente esos tiempos aquéllos (léase con voz de "érase una vez") donde todo era más simple, éramos más ingenuos, más manipulables, pero para mi gusto, más comprometidos y más respetuosos. Un ejemplo que siempre saco a relucir es que si quedábamos de juntarnos a las 5 de la tarde en algún lugar, lo más seguro es que llegábamos a la hora acordada y si alguno se atrasaba, no quedaba más que esperar. Las mentiras "voy llegando" o "en 5 minutos estoy allá" no eran necesarias.

Los medios transmitían la información que se podía transmitir y muchos sucesos que ahora son noticia, hace 20 años, no tenían ninguna relevancia o bien, aparecían en un solo diario que si no leías, no te enterabas. Los lectores de noticias aparecían con cara momia e inexpresivos, con prohibición de emitir comentarios sobre la noticia que entregaban. La gente de la tele era como inalcanzable. A estas alturas, sería ridículo pensar que el lector de noticias no tiene alma, como lo parecía De la Maza o la Cecilia Serrano, que eran más fomes que una foto.

El respeto por las personas mayores era más notorio. Los hombres acostumbraban a quitarse el sombrero para saludar a las mujeres. Conozco muy pocos que aún lo hacen. Basta que una persona se mande algún speach fuera de lugar, y las redes sociales lo transforman en un bodrio de persona, una lacra, con miles de ofensas que hace 10 años atrás no eran consideradas dignas de repetir. ¿O no CTM? hahaha

Me acuerdo cuando aparecieron las primeras salas de chat. Poco y nada entendía del ICQ hasta que conocí el IRC. Conocí a varios personajes que terminaron siendo muy buenos amigos, hasta ahora. No había fotos, cada uno se personificaba por medio de un nick, y solo valían las palabras. Messenger vino a revolucionar las relaciones. Ya no pedías el teléfono para conversar. MSN la llevaba. Las palabras escritas salían con menos vergüenza, las caritas lo decían todo... hasta ahora, aunque ya no lo uso.

Facebook marcó un antes y un después. Twitter es una maravilla de información cruzada. Ya no podemos vivir sin comunicarnos...

Continuará...





sábado, enero 14, 2012

Cosas que alguna vez pueden servir

Me cambié de casa hace un año. Antes de llegar a la casa nueva hice una exhaustiva limpieza de la pieza en casa de mis padres y eliminé muchas cosas que nunca usé y por tanto supuse que no volvería a usar. Esto es ropa, zapatos, collares, bufandas, papeles, libros, y todo lo que se les ocurra imaginar acumulado por más de 20 años.

Esas "cosas que alguna vez pueden servir" (CQAVPS) me sacan de quicio. Mi papá toda su vida se ha aferrado a las cosas porque según él siempre pueden servir en un futuro y es algo que me contagió durante mucho tiempo hasta que descubrí la maravilla del desapego a las cosas materiales.

Reconozco que hay muchas cosas que no elimino (regalo o boto) pensando en sacar provecho económico de ellas... las podría vender. En cierta forma, este pensamiento me ha servido bastante porque he logrado vender varias de las CQAVPS y obtener pequeñas sumas de dinero pero que me han servido. Entre ellas los coches, la cuna, la ropa y la silla del auto de mi hija, más ropa que dejó de gustarme, cachureos varios que a mí no me sirven y que para otros son un tesoro...

Con respecto a los tesoros, debo decir que me cargan. Mi hija es fanática coleccionista de todo lo que se haya inventado y de lo que podría inventarse, convirtiendo todo en pequeños tesoros. Cuando no está y tengo tiempo de ordenar su pieza, hago desaparecer varias CQAVPS e increíblemente no se da cuenta, lo que me demuestra que en realidad da lo mismo haberlas guardado o no.

Desde que comenzó enero que no tengo nana, por tanto debo encargarme de hacer todas las cosas de la casa. Adoptamos una gata y una perrita así es que hay más trabajo que hacer. Mi ritmo de vida durante las vacaciones de verano de mi hija se ha visto alterado, porque corro de un lado a otro, además de la pega y quehaceres típicos de dueña-de-casa-sin-nana. Me encanta mi casa, no me disgusta en absoluto ordenar, el problema es que siempre ando corriendo y a veces llego muy cansada y no me dan ganas de hacer nada.

El tema esencial de lo que pretendo manifestar en este artículo, es que me impresiona la cantidad de CQAVPS que he juntado en 1 año. Incluso hace un par de meses hice limpieza profunda y boté muchas cosas, sin embargo, he vuelto al mismo ciclo de juntar CQAVPS.

Este fin de semana lo estoy dedicando por completo a ordenar y limpiar, aprovechando que estoy sola y que no tendré a nadie diciéndome "no lo botes, quizás alguna vez puede servir". Lavé losa en 3 tandas porque el lavaplatos no daba abasto, limpié con cloro el baño, armé una cajonera que compré, lavé ropa, pasé aspirado en los dormitorios y todavía falta...

Todavía no comienzo a eliminar las CQAVPS, pero créanme que desde el lunes esta casa ya no tendrá varias de esas cosas.