viernes, junio 06, 2008

Cuero de chancho

No sé aún por qué he perdido la capacidad de sorprenderme de las cosas malas, y en cambio me sorprendo de las cosas tiernas, lindas, de los gestos amables y de la buena onda que puedo recibir de un desconocido...


¿No se supone que debería ser al revés?


Supongo que se debe a que la costumbre de ver las noticias y las tragedias ajenas me ha puesto el cuero de chancho (como dijo Flavia en Mala Conducta). Ya no es novedad que haya atentados terroristas, ni que se inunden ciertos sectores de la población, que la gente se queje por todo y no proponga soluciones, que un terremoto destruya una ciudad, que haya un imbécil que haya decidido matar a su pareja y/o hijos... Esto último, me pone los pelos de punta junto además decuando se descubre que un profesor, un cura o algún asquerosillo demente se le ocurre abusar sexualmente de una mujer, niño, niña o enfermo... Eso es lo que detesto, no lo soporto y alego constantemente de por qué no existe la pena de muerte para aniquilar a este tipo de fenómenos que nacieron humanos y se convirtieron en monstruos...


Este mundo va a la decadencia si no nos ponemos las pilas... no sé qué hacer desde mi "escritorio", pero partiendo por entender que las cosas están mal ya es un paso. El segundo paso es entrar en acción.