miércoles, octubre 17, 2012

Cállate un rato


¿Te ha pasado que estás hablando de algo que consideras importante de contar y aparece el personaje con una historia más interesante que la tuya? Los siguientes escenarios son historias de la vida real. Llamaremos Juanita a una personaje en representación de esas personas que me alguna vez me sacaron de quicio y con las cuales perdí contacto por darme cuenta que no aplican la "escucha activa" , tan importante en el reino de la comunicación.


Escenario 1: Llegas contando a tu amiga Juanita que falleció tu abuelita, que el funeral estuvo lindo pero triste. No alcanzas a contar de qué murió cuando la Juanita empieza a hablar de la vida de SU abuelita, de lo que le gustaba hacer e incluso de cómo fue su funeral, siendo que tú estás convaleciente del dolor y vienes pasando recién por el difícil momento de despedirla, pero a Juanita le importa un rábano tu pena y prefiere hablar de algo más interesante: de su abuelita y no escucharte hablar de la tuya.


Escenario 2: Te encuentras con Juanita en la calle, no la ves hace tiempo, y le comentas lo bien que te está yendo en el trabajo, de lo interesante que es tu pega y de lo bien que te sientes, pero Juanita comienza a hablar de su trabajo, que le está yendo al parecer mucho mejor que a ti, te cuenta cuánto gana para que veas que su vida posiblemente es mejor la tuya. Y curiosamente, todo lo que a ti te pasa, a ella también le ha pasado.

Escenario 3: Estás en una reunión de amigos y la Juanita se roba la película todo el rato. No deja conversar al resto porque quiere imponer su historia por sobre todo lo que puedan opinar los demás. Si comentas algo, a ella también le pasó algo parecido y lo más probable es que haya sido con el triple de efectos especiales que lo que te sucedió a ti.

Escenario 4: Te juntas con Juanita y Pedro y si bien la conversación partió en un tema inicial, la conversación con Pedro deriva en muchos otros temas, pero la Juanita se queda pegada en la primera idea y no permite seguir una conversación fluida porque está al estilo de la Chilindrina ("es que yo, es que yo") tratando de meterse en la conversación hasta que logra que la escuchen importándole un huevo lo que se ha conversado hasta el momento.

Escenario 5: Estás ocupada con tu hijo y te llama por teléfono la Juanita para conversar y por más que insistes en que tienes que dejar el teléfono, no se da por aludida, no te dice "ah ya, hablamos después", si no que sigue hablando absolutamente despreocupada de tus necesidades.

Para que haya una conversación es necesario que haya dos personas o más. ¿Pero a qué le llamamos conversación? Hay personas como la Juanita que tienden a hacer monólogos y no se preocupan de saber si a la otra persona le interesa o no escuchar su historia o por otro lado, no dejan hablar a nadie más, porque pareciera ser más interesante hablar que escuchar. Personas como la Juanita llaman por teléfono solo para hablar ellas. No dejan espacio para interrupciones, cualquier comentario que le digas es rebatido, porque ella tenía todas las razones y argumentos del mundo.

Puedo entender a personas que en ciertos momentos se manden tremendos discursos, sobre todo cuando son personas solas, porque muchos de nosotros sentimos la necesidad de hablar de nuestros problemas, de nuestras preocupaciones o de nuestras aspiraciones. Pero que una persona como la actitud de la Juanita que no se da cuenta que las conversaciones son de a dos y no de a uno, no lo entiendo. A mí por lo menos, me molesta y evito juntarme con personas así.