miércoles, agosto 26, 2015

Madurez


Una persona madura se asocia generalmente con la edad. Algunos la alcanzan desde muy jóvenes cuando deciden hacerse cargo de sus propias vidas o de su familia. Otras la alcanzan después de los 30 cuando deciden establecerse en algún lugar fijo para vivir, cuando logran la estabilidad laboral o económica que les permite vivir tranquilamente y sin pensar en "niñerías". Otros no lo logran nunca y viven permanentemente en un estado de indecisión e inestabilidad como en la adolescencia.




Algunas personas a veces tienden a ser infantiles, a pesar de haber alcanzado la madurez emocional. No veo lo malo en ello, siempre y cuando se trate de vivir la vida de forma entretenida sin dejar de cumplir los deberes y responsabilidades propias de la adultez. Juguetear, reír a carcajadas, bailar o saltar cuando eres adulto, no son sinónimo de ser inmaduro. Se trata de entender que la vida debe vivirse conscientemente feliz.

Estuve leyendo sobre madurez emocional y hay algunos puntos que quisiera rescatar de lo que me pareció es lo más cercano a la definición de madurez.

Se define en la RAE la madurez como:
1. Sazón de los frutos (para este caso no tiene ninguna importancia)
2. Buen juicio o prudencia, sensatez.
3. Edad de la persona que ha alcanzado su plenitud vital y aún no ha llegado a la vejez.

No basta con presentar solo estas definiciones que son bastante básicas cuando se trata de hablar de madurez emocional. Me quedo con la segunda. El buen juicio, la prudencia y la sensatez son para mi gusto lo básico en términos de madurez. 

- Saber tomar las decisiones correctas en los momentos adecuados, basados en la experiencia.
- No caer en el juego del empate con otras personas. Entender que tener una opinión no significa ser dueño de la verdad.
- Amar la libertad y respetar los espacios ajenos. 
- No ser posesivo con las personas sino que saber compartir la vida con ellas y entender que cada uno es un ser libre 
- Soltar aquello que no aporta a nuestra vida
- Mirar el pasado y entender que lo bueno debe repetirse y lo malo debe dejarse atrás (y no volver a pasar por las mismas situaciones desagradables)
- Tener claridad de cómo queremos vivir nuestras vidas
- Saber decir que no 
- Conocer los miedos propios y haber  tratado de superarlos
- Entender el concepto de "esto es lo que quiero", no "esto es lo que no quiero" y enfocarse en obtenerlo
- Conocerse a sí mismo y entender cuáles son los límites.

Creo que estos puntos son necesarios para alcanzar la madurez. Si cumplimos con todos todos, podríamos llamarnos maduros. No confundir con vivir de forma alegre y divertida la vida. No es lo mismo.

jueves, agosto 20, 2015

A su manera

Hoy se cumplen 7 años de la partida de mi abuelo. Siempre que lo recuerdo, me viene la idea de que fue un hombre que disfrutó la vida a concho y que aunque haya cometido errores, hizo todo lo que quiso y la vivió a su manera.

El hecho de tener un referente que es parte de la familia con una incomparable visión de los negocios, una capacidad ilimitada de conocer gente y lugares y la fuerza interior de darle vuelta la mano al destino para seguir viviendo después de infartarse, me hace pensar en que debería ser más enérgica en motivarme a lograr los objetivos que me propongo. 

Cuando tienes tantas herramientas a tu favor y de alguna u otra manera no permites que las metas las definas a corto plazo sino que extiendes tu esperanza de vida al infinito diciendo que alguna vez las vas a realizar, pienso en él y en su astucia, su entusiasmo y sus locuras y me doy cuenta que esperar tanto no es conveniente. La vida es hoy y ahora. Por más que me intento convencer de aquéllo siempre hay algo que me frena. 

Aprender a decir que no, para algunos es tan fácil. Para otros es tan difícil. Entender que se puede si uno se lo propone, con lo justo, no con grandes riquezas. No hay riqueza más grande que la voluntad de querer ser grande en el interior, de querer alcanzar lo imposible. Siento que a veces me enfrasco en superficialidades. Ya lo he manifestado antes, nos obligan a cumplir ciertos estándares en la vida para ser de un cierto tipo de gente, nos establecen una estructura desde pequeños: colegio-universidad-trabajo-casa-auto-familia, que visto desde la sociedad en la que vivimos es lo más normal del mundo, sin embargo hay otros que eligen otra forma de vida y es tan válida como cualquiera. 

Pienso en mi abuelo que abandonó esos estándares para hacer lo que él quería, no siguió los pasos que se le inculcaron simplemente porque no quiso, porque vio su destino dibujado de otra forma. Abandonó de cierta forma a su familia por él mismo. Y aun así, siendo un loco que vendía casas de perro, que aprendió sobre la marcha a construir casas rodantes, que hacía todo al ojo porque no sabía dibujar, que trabajó en la caja de empleados particulares, que no siguió los pasos que sus padres esperaban de él siendo hijo único, que construyó a mano su casa en Caldera a prueba de ladrones, siempre tuvo un apego a sus nietos, y cuando nació su bisnieta ya con casi 80 años manejó desde Santiago a conocer a mi hija en auto. Un crack como dijo mi primo. Un hombre con un montón de fallas, pero también con una entrega a la vida. Eso siento que es lo más envidiable de él. Sus ganas. Su incansable necesidad de descubrir.

Anécdotas inolvidables: 
1.- Me construyó un tablero de dibujo para cuando estudié Arquitectura. Hizo más de 3 tableros porque cada vez que lo tenía terminado, alguien ofrecía comprárselo y lo vendía. Nunca tuve un tablero. Tampoco seguí estudiando Arquitectura.
2.- Para el terremoto del 2010, el tercio de sus cenizas que estaban en un frasco de cerámica sobre un mueble de mi casa, cayeron al piso y quedaron desparramadas y tuve que recogerlas con cuchara mezcladas entre pelusas y tierra. Espero que le haya causado gracia, porque fue una situación bien especial.

Moralejas: Nada es imposible si lo quieres hacer. No hay que fijarse en tonteras. Todo se puede.

Su canción, totalmente. Saludos abuelo, donde quiera que esté. 


miércoles, agosto 12, 2015

A veces me da pena

La tristeza es una emoción propia del ser humano, junto con las otras de las que les he comentado en otros posts.

Me siento en un estado de pena. Es raro. No siento que me falte algo en especifico, pero me he dado cuenta que a pesar de habitualmente hacer vista gorda a la mayoría de las cosas que suceden a mi alrededor (ya casi no veo tele por lo mismo y me entero de la actualidad más por la radio y redes sociales), me afectan temas como la desigualdad enorme que hay en este país, los conflictos políticos permanentes que nos dividen, la delincuencia sin justicia, los niños y niñas desamparados y la mala vejez de muchas personas que veo en la calle. Además de esto, me sorprende ver a mis cercanos actuar de mala manera, apuñalando por la espalda a otros, tratando de salvarse por sí mismos.

Me da pena no poder confiar en la gente. Y no me refiero solo a no ser capaz de confiar en mi gente, sino en general. Ya casi nadie confía en el otro y los ilusos como yo, siempre nos desilusionamos de vez en cuando. Quizás también deba empezar a ser desonfiada de todo.. No aprendo nunca por la chita.

Hoy ando pesimista y tengo pena de no tener la capacidad de solucionar problemas que no son míos pero que me afectan, más de lo que deberían.

Lo bueno es que entiendo que es un momento de pena y que mañana cuando despierte, ya habrá pasado... aunque sea un poco.

Y aunque ya sé que no vale la pena sentir pena, hoy tengo pena.

lunes, agosto 03, 2015

Stickers en los vehículos

Me quedé pegada en un taco durante un rato de salida del trabajo y me dediqué a mirar los vehículos de los vecinos... Desde hace un tiempo que me llama la atención la moda de pegar esos stickers en el vidrio trasero de los autos donde muestran a los integrantes de la familia que usa el vehículo... por lógica se puede inferir que cada personaje es parte de la familia...

Por ejemplo, la típica familia compuesta de papá, mamá, hijos, hijas y mascotas.

O bien si quieres ser más moderno, la mamá con su hijo, papá y mamás con sus hijas o tres hombres y un bebé (como en la película)

 

Puede que por un lado sea entretenido poner las figuritas porque se ven tiernas y además informan al resto el orgullo de la composición de la familia, pero a mí me asusta un poco la idea de presentar mi vehículo al resto con una mujer y su hija, más una perra y una gata... Es demasiada información que considero innecesaria entregar a desconocidos. Llámenme paranoica, pero ¿si a algún enfermo mental se le ocurre seguirme? ¿Y si en la familia aparecen dos hombres y un hijo y a algún homofóbico nazi-al-peo se le ocurre ponerle una bomba en el auto?

...  

Por otro lado, no entiendo ese adhesivo con el niño meando. Qué es eso? Las micros siempre llevan ese mono pegado en la puerta... no lo entiendo. 



O la caga' de calcomanía del ícono de los Transformers... ¿de verdad los choferes de buses piensan que sus máquinas pueden transformarse en Optimus Prime? Si no tienes un Camaro no puedes creer que andas en Bubble Bee. Es como jugar en una caja de cartón y pretender ir en un carro de bomberos...


O el adhesivo de la bebida energética... Yo la pongo si me pagan por hacer propaganda, sino, ni cagando.




Y la que odio con todo el corazón, sólo por odiar algo sin importancia es la del velocímetro en la luneta trasera. Lo encuentro rasca. (No encontré foto de eso)

... En mi vehículo llevo pegado un sticker que me regalaron en Unicef por ser socia, el adhesivo de la revisión técnica y el logo de la garantía entregado por el concesionario donde lo compré. Y sería todo... Llevaría publicidad en la luneta trasera solo si me pagaran y he pensado seriamente en poner publicidad de mi propio negocio en ella... 

Salí del taco y casi choqué al intentar cambiarme de pista... otra historia. Sl2











domingo, agosto 02, 2015

Qué música te gusta?

Hay personas que tienen muy definido el estilo de música que les gusta escuchar. Me pasa algo extraño cuando me preguntan qué música me gusta, porque tengo que separar obligatoriamente las situaciones en las que me gusta uno u otro tipo de música...


Si elijo música para cantar, habitualmente elijo música cantada por mujeres y entre ellas Shakira lidera por sobre todas las cantantes. Razón básica de este gusto: me sale muy parecida la voz y llego a casi todos los tonos (menos el aullido en La Loba). Podría elegir también otras mujeres como Amaya Montero de La Oreja de Van Gogh, Kany García, Nathalie Imbruglia, Nelly Furtado, Paulina Rubio, Natalia Jiménez de la Quinta Estación, Gwen Stefani, Jennifer Lopez o las Pandora... Eso a grandes rasgos...

Si me preguntas qué música me gusta escuchar, no hay duda que lo que más me agrada es el R&B y la música afroamericana. Beyoncé, Lauryn Hill, Alicia Keys, Destiny's Child, Boys II Men, Mariah Carey, Barry White, y por otro lado, me gusta mucho la música de los años 60-70, la música disco, los Bee Gees, los Beatles, Elvis Presley e incluso la música de la nueva Ola...

Este último tiempo he tomado aprecio a las cumbias. He puesto atención a las letras y me agrada. Noche Brujas y Villa Cariño lideran mi cancionero. He escuchado algunas cosas de Ráfaga y también me gusta. No sé qué me está pasando, me puse charra, pero me gusta y mientras me dure, voy a seguir escuchando esta música, principalmente porque me mantiene alegre.

Y por último, no puedo dejar de mencionar todo el pop de los 90-2000 que hasta la fecha me encanta escuchar: Spice Girls, Supernova, Oasis, Backtreet Boys, N'Sync, Michael Jackson, Madonna, y la música romántica de grandes personajes como los guachones Ricky Martin, Alejandro Sanz, Camila, Reik (me sé todas las letras de todas las canciones)...