sábado, agosto 28, 2010

¿Se lo cuido?


Si ha estacionado su vehículo en alguna calle que no tiene parquímetro podrá notar que a cambio se ha instalado uno de esos famosos "cuidadores" y/o "acomodadores" de autos que aparecen cuando uno lleva más de 3/4 de la maniobra hecha para estacionar creyendo que por aletear varias veces están cooperando. O bien, ocurre también que de las sombras se asoma uno estos mismos personajes para hacer ese mismo efecto de aleteo constante, estirar la mano y cobrar por un supuesto favor-trabajo que estamos, a su parecer, obligados a pagar.

Existe en nuestro país una "institucionalización" de este oficio que es muy común y habitual desarrollar afuera de pubs y discotheques. Los dueños de vehículos se ven obligados a pagar por un supuesto servicio de cuidado de autos que por las noches suele tener un precio más elevado por los riesgos asociados tanto a la misma noche como a los delincuentes que probablemente se vean tentados de usurpar un auto ajeno. Cada cuadra tiene un dueño que muchas veces dice tener un permiso municipal para obrar en esa calle determinada, se ha equipado con una chaqueta reflectante a modo de uniforme, usa un paño por opción, quizás para pegarle una limpiadita al espejo retrovisor del conductor a modo "buena onda" y que podría servirle para que el aleteo típico sea más notorio.

Lo particular de este oficio es que quienes lo ejercen toman una postura de poderío frente al uso o desuso de esa calle que la vida le ha asignado y los conductores que osan usar ese espacio deben atenerse a sus reglas, sus mañas, su (algunas veces) falta de educación, poca cortesía, y sobretodo prepotencia. Los conductores muchas veces adoptan una postura de benevolencia con estos entes que creen que realmente están ejerciendo un oficio y a veces por pena o sólo por no ser descorteses terminan sacando un par de monedas por la ventana del auto a modo de agradecimiento. ¿Agradecimiento por qué? Ésa es la duda que nunca he logrado comprender.
No vale la pena estacionar el auto lejos del Centro y evitar los parquímetros porque siempre va a aparecer ese odioso especimen.

"Quiébrese, quiébrese" ... ¿Sabrá que quebrarse en el auto no se puede?
"Son quiniento no más dama" ... ¿a pito de qué, si acabo de llegar?
"No volvai a estacionarte aquí o sino vai a tener problemas" ... ¿desde cuándo que la calle es suya? Tengo entendido que la calle es pública. Si llega a pasarle algo a mi auto cuando me vuelva a estacionar, ya sé a quién echarle la culpa, así es que no le conviene amenazarme.
"Shhhiii cagao, pa' eso no me dai na'" ... yo feliz con no andar regalando plata.
"No me haga cuidarle más el auto con esa tentación tan grande que dejó adentro" ... Es mi problema lo que dejo adentro del auto, no se haga cargo de algo que no le he pedido.
"Se lo cuido?" ... Sé que no va a hacer nada si me lo tratan de robar, pero ya bueno.
"Saliste de tomarte unos tragos y te cagai con la plata?" ... Yo decido en qué gasto mi plata.

Hay oficios en este país que creo están mal indicados y no estoy de acuerdo con que una persona libre se vea obligada a tener que regalar plata a gente que a mi parecer no hace nada más que ocupar SU tiempo esperando que alguien se suba a un auto para sacarle unas monedas. De hecho, sinceramente si yo estuviera sin trabajo, así como veo que tanto el que da como recibe ha visto en este famoso oficio una institución que pretende arraigarse en la cultura popular, me pondré un chaleco reflectante, bloqueador solar, un monedero y esperaré pacientemente a extraerle la plata a esas personas que sólo por tener un auto DEBE obligadamente sacar de su bolsillo un par de monedas, porque así se ha establecido.

1 comentario:

  1. Asi no mas es, una lata, cuando no es de real ayuda, pero hay casos, en que estos personajes si son de ayuda.
    Durante un par de años, tuve oficina en angol, entre v lamas y chacabuco. Pues, el acomodador de esa cuadra, su cuadra, nos buscaba espacio entre los autos que el pedía dejar desenganchado, los lavaba, los cuidaba, incluso, nos dejaba estacionarnos en las salidas de auto y nos avisada cuando habia que moverlos. Era, en ese sentido bastante util. Lo invitábamos a nuestros asados. Era como parte de nuestra oficina.
    Ahora, creo que es una situación particular. Lo habitual es lo que describes. Llega a dar miedo y la verdad es que amedrentan. Un rayón al auto y ahí te dejan..
    Eso.
    Saludos.

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