Mostrando las entradas con la etiqueta declutter. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta declutter. Mostrar todas las entradas

lunes, junio 18, 2018

Cómo llegué a llenarme de objetos

Salimos de la casa de mis padres en Febrero del año 2011. Un par de años antes ya tenía la idea de mudarme con la Fran, estaba cerca de los 30 años y necesitaba mi independencia. Estuve ahorrando de lo que ganaba en mi trabajo para comprar una casa y se estaba haciendo muy largo el proceso de ahorro. No lograba reunir mucho y veía cómo pasaba el tiempo. Sin embargo, igual me propuse que en algún momento me iba a ir. Empecé a buscar ofertas en internet, busqué muebles y electrodomésticos y fui comprando en la medida que me fuera posible. Como en la casa de mis padres había una bodega grande*, pude ir almacenando estas compras. Logré dentro de poco más de 1 año reunir un refrigerador, un microondas, una lavadora, una mesa de comedor con 4 sillas, una cocina con horno a gas, dos muebles tipo rack, y el verano antes de cambiarme (ya había logrado obtener un crédito hipotecario con ayuda de mi papá) y para la Pascua todos mis regalos fueron para la casa: un juego de vajilla y una batería de cocina, una aspiradora, cubiertos, una panera, un abrelatas y vasos. De mi habitación tenía un mueble tipo sécrétaire que usaba para mi ropa y cositas personales, la Fran tenía su cama, nos llevamos unos veladores, ropa de cama, toallas. Todo lo que se entiende como básico para un hogar. En enero me entregaron la casa y empecé a llevarme las cosas de a poco. 

(*bodega grande: está llena de cosas que alguna vez podrían servir... es de familia el tema de la acumulación o del "atesoramiento de recuerdos") 

Y aquí parte la historia...

Si bien junté lo necesario para poder comenzar nuestra vida en la nueva casa, partí cometiendo un gran error, que sólo ahora, después de muchos años logré visualizar. Aparte de lo mencionado anteriormente, que era lo BÁSICO, también me llevé una elíptica, todos los archivadores que tenía con apuntes de la Universidad (ya había salido hace 3 años) y jamás los había usado, pero pensé que alguna vez podrían servirme*. Compré ofertas de utensilios de cocina, de baño, alfombras, cubrepisos, cuadros, espejos, etc. Todo iba relativamente bien hasta que de repente me empezó a faltar espacio para almacenar y compré un clóset usado a una amiga, adapté un espacio pequeño bajo la escalera* que se convirtió en clóset con repisas, hice otro pequeño clóset en el segundo piso para guardar más cosas. Siempre me quejé de que la casa tenía pocos espacios para almacenar. Nunca pensé que lo que pasaba era que tenía muchas cosas y que no necesitaba tantas. Compré un sofá de 2 cuerpos, luego un sofá de 1 cuerpo, luego X me regaló el compañero de ese sofá individual y se llenó el espacio destinado al living comedor. Cabe detacar que además mi casa en ese tiempo sólo tenía 29 m2 disponibles en el primer piso y lo mismo en el segundo, por lo que como comprenderán, el espacio era mínimo y estaba todo LLENO. Me pasaba a menudo que decía "este fin de semana tengo que ordenar". No iba a almorzar con mis papás porque estaba ordenando. No salía durante un fin de semana porque tenía que "terminar de ordenar". Le decía a mi nana que no tocara nada "porque estaba ordenando" y eso implicaba no hacer aseo en ese lugar. Cuando entraba alguien a la casa les decía "disculpen el desorden, es que estaba ordenando". Ufff!!! ahora que lo recuerdo, fue realmente AGOTADOR y lo encuentro tan absurdo. 

La constructora: Se me ocurrió emprender con una pequeña constructora y lamentablemente no tenía ningún espacio donde almacenar las cosas que sobraban de las pequeñas obras. Adivinen dónde terminaron: en mi casa. En el patio, en la pequeña bodega armable que tuve que comprar para seguir guardando más cosas. Había materiales de construcción, maderas, metales, herramientas, pinturas, etc. Un desastre. Para más remate, tenía dos perras que dejaban la cagada en el patio, hacían hoyos, destruían todo, por lo que vivir en mi casa se volvió muy cansador. El sueño de mi casa linda y ordenada nunca pudo ser. Además que invité a vivir conmigo a X lo que duplicó la cantidad de cosas almacenadas y el desorden era permanente. Decidí cerrar la constructora y poco después X por fin se fue de la casa (fue un gran error haberlo invitado), eliminé parte de los materiales que estaban en el patio, corté las maderas para transformarlas en leña, vendí baldosas, pinturas, fieltro, etc y logré un estado de paz... pero no acabó el desorden. 

La casita de cumpleaños: Después del fallido emprendimiento de la constructora, seguía con ganas de tener un negocio y un día que fui a buscar a mi hija a un cumpleaños, me dijeron que la casita estaba en venta, que la dueña vendía el negocio con llave en mano (el negocio, no la casa). Tiempo atrás había pensado que podía ser un buen negocio y me conseguí la plata y lo compré. Partió todo súper bien, me generaba buenas ganancias al comienzo. Quedé sin trabajo poco después de haber comenzado con este negocio, me dediqué al 100% durante 6 meses y me di cuenta que no era tan rentable como esperaba, al menos no me permitía vivir (afortunadamente el despido me permitió tener un monto de plata asegurado cada mes). Aquí también cometí errores, porque compré muchas cosas que servían para decorar, pero me excedí. Para poner un número, creo que ocupé 1/8 de las cosas que adquirí pensando en decoración: washi tapes, papeles de regalo, cintas, blondas, papeles decorativos, stickers, frascos, etc. El negocio funcionó bajo mi administración no recuerdo si 2 o 3 años. Lo cerré en diciembre del año 2016. Hice una venta de bodega extendida durante casi 1 mes. Vendí CASI todo. El mobiliario se fue rápido, incluidos los juegos, las pelotas de la piscina, cortinas, bancas, microondas, refrigerador, estufas, etc. Todo eso fue fácil de vender. Sin embargo, me costó vender las decoraciones pequeñas y tuve que llevarme todo lo que sobró para mi casa. En enero del año pasado volvía a tener una casa y una bodega repleta de objetos. No había dimensionado que dentro de todo lo que tenía que llevarme habían tarros de pintura, sprays de colores, herramientas, manguera, bidones de parafina, ampolletas, manteles, disfraces, muebles, cajas plásticas, lámparas de papel, piñatas, etc. Me negaba a regalar las cosas, porque quería recuperar parte de la inversión. No podía sólo entregarlas. De a poco vendí varias cosas, pero hasta antes de la ampliación de mi casa (fue en diciembre 2017- enero 2018), todavía tenía muchas cosas en la bodega. Me armé de valor y empecé a regalar algunas cosas. Tuve casi 1 año un montón de piñatas guardadas en la bodega, hasta que ya no pude más y las regalé. 

La venta de ropa usada: Aquí la terminé de embarrar. Siempre he vendido la ropa que dejo de usar. Lo hacía cuando estaba en la Universidad. La embarré cuando ofrecí vender ropa de otras personas. Me llené de sacos con ropa en la casa y la bodega (pobre bodega). Pude vender varias cosas, pero no a un ritmo que permitiera liberar el espacio de forma rápida. Tuve un maniquí en el living durante varios meses, las bolsas con ropa debajo de la escalera (otro espacio distinto al otro que mencioné antes). Y en un momento colapsé y decidí devolver la ropa a sus dueñas y REGALÉ casi toda la mía que tenía para vender. Recibí algunas plantitas a cambio... 

Y así parte esta nueva historia...

La nueva historia parte hace proximadamente 7 meses cuando decidí hacer la ampliación de mi casa y a la vez decidí que no estaba dispuesta a llenar esta nueva casa con las mismas cosas que no me gustaban. Tomé conciencia de lo mal que me hacía tener tanta acumulación. Escribí sobre esto hace un par de meses. (Revisa aquí).  Me negaba a aceptar que había cosas que no necesitaba. Mis pensamientos típicos eran que podrían servir alguna vez. ¿Cómo las voy a botar si están buenas? Me costaron caras. Está nuevo, no puedo botarlo. Etc. ¡¡Y no!! no sirvieron, no servían y no van a servir, al menos a mí no.


Esta nueva historia, es un cambio radical a ese estilo de vida que me tenía enferma. En ese clóset que tenía bajo la escalera ahora tengo un baño. En el clóset del segundo piso, guardo sábanas y toallas y ahora me sobra espacio. Eliminé (vendí) un estante que usaba sólo para adornos, vendí una cajonera que usaba en la leñera para guardar porquerías que nunca sirvieron. Desarmé un estante en la leñera donde tenía muchos tarros de pinturas y otras cosas sin uso. Vacié 7 cajas plásticas grandes, vendí/regalé casi todo su contenido y las mismas cajas también. En resumen, me he desecho de muchos objetos que hasta hoy no he vuelto a necesitar y tampoco me hubieran servido. ¡Quemé mis diarios de vida! Alguna vez pensé en cuántos kilos he sacado de "peso" de mi casa y estimo que puede ser al menos una tonelada.


El gran paso ya lo di. Aún sigo dándome cuenta de lo que sobra en casa. Hemos estado "vaciando" mi clóset y el de mi hija. Lo rico de todo es que si bien soy yo la que ha tomado este camino, se contagia. La Fran también tomó conciencia y ahora aporta al orden de la casa.

Tenemos ciertas "reglas" que ayudan a no acumular y que les cuento a continuación:

- Si entra algo nuevo, debe salir algo viejo
- No tendremos nada repetido
- No se compra nada a menos que sea necesario para algo en particular
- Si podemos conseguir algo prestado para alguna actividad en particular, no compraremos 
- No guardaremos nada que no tenga utilidad inmediata en el corto ni el mediano plazo
- No guardaremos cosas que no nos gustan
- No compraremos ni comida ni cosméticos hasta que lo que hay se acabe (o esté a punto de acabarse)
- Dormiremos más horas
- Ordenaremos justo después de desordenar

Son reglas super fáciles de cumplir y súper lógicas. Sin embargo, cuando has estado mucho tiempo  viviendo bajo cierto estilo de vida, hay que adaptarse y generar nuevos hábitos (post de los nuevos hábitos aquí). 
   



Ésta es mi historia de la acumulación y de la desacumulación. Como ven, fueron años de errores de acumulación involuntaria. Sin ningún conocimiento sobre miimalismo partí deshaciéndome de cosas. Le llamé desapego en su momento. Una amiga me mostró a Marie Kondo y de ahí en adelante empecé a averiguar sobre minimalismo, orden, hábitos y he logrado cambios profundos a nuestra forma de vivir, en poco tiempo. Ojalá les guste esta historia y se motiven a mejorar su calidad de vida si están sumergidos en la acumulación progresiva involuntaria. Creo profundamente que nadie quiere ser acumulador. Es algo que pasa y no nos damos cuenta, por eso con esto pretendo dar un remezón a quien le sirva y un empujoncito ayudarlos a sentir que sí se puede.


miércoles, mayo 23, 2018

No tengo tiempo

Apostaría un chocolate a que más de alguna vez has dicho todas o algunas de estas típicas frases:

- No tengo tiempo
- Me falta tiempo
- Necesito que el día dure 30 horas
- No puedo por falta de tiempo
- Etc...

¡Gané!


La rutina y las actividades obligadas del día a día no nos permiten hacer todo lo que quisiéramos hacer en un solo día. Nos dedicamos a postergar eternamente - a procrastinar - actividades o tareas que "si tuviéramos el tiempo suficiente" haríamos.
Muchas veces tenemos esa sensación de falta de tiempo y pensamos cosas como las siguientes:

- Tengo que colgar ese cuadro, pero no he tenido tiempo
- Cuando tenga un tiempo libre, voy a ir a comprar esa ampolleta que falta
- Si tuviera tiempo, podría hacer las fundas de los cojines
- Me falta tiempo para hacer ese curso de carpintería que tanto quiero hacer

Por otro lado, existen personas que siempre tienen "su agenda" copada, llenos de actividades o miles de cosas por hacer. Cuando quieres juntarte con alguno de esos eternos ocupados, debe revisar su agenda para ver si tiene un espacio para ti. Sinceramente no creo que tener esa agenda llena de obligaciones a una persona la haga muy feliz, digo obligaciones, porque si son actividades que lo hacen sentirse bien, no habría ningún problema con aquello. De lo contrario, pobre de él.

Resultado de imagen para silla con ropaEl concepto de procrastinar es muy habitual en muchas personas. Dejar todo para después, no darle prioridad a tareas que podrían resolverse muy rápido, pero que por ABC motivos no se les da la importancia y pasan y pasan los días sin resolverse. Un ejemplo de esto, es la frase que puse anteriormente: "Tengo que colgar ese cuadro, pero no he tenido tiempo". Seamos objetivos. Colgar un cuadro toma con suerte 1 minuto de nuestras vidas. Pueden ser hasta 5 minutos si es que hay que hacer un agujero en la pared o si hay que ir a buscar la caja de herramientas a la bodega, pero no es más que eso. Y muchas veces, preferimos dejar el cuadro en el suelo o encima de un mueble con tal de no hacer la actividad previa a colgarlo. Así pasa con un sinfín de cosas: La ropa que queda amontonada encima de "esa silla" (o la elíptica o lo que sea) en la habitación, los zapatos que quedaron la sala de estar, la mancha en la pared por la salpicadura de café, los tornillos que quedaron afuera de la caja, la reparación de la mesa coja, el sello de la llave del lavaplatos, el lavado del auto, etc. He escuchado a muchas personas decir que no tienen tiempo o que simplemente les da lata, pero para estar echados viendo alguna serie en la TV sí tienen tiempo (y eso sí que al menos para mí es una pérdida de tiempo, a menos que esté haciendo algo más a la vez).

Todos tenemos 24 horas al día y hay personas que las aprovechan más o menos de acuerdo a sus propias convicciones o formas de vida. He escuchado a algunos minimalistas que maximizan su tiempo y se levantan más temprano que el resto de las personas para aprovechar bien el día. Desde las 5:30 am parten el día haciendo ejercicio, revisando temas del día anterior (correos, trabajos, apuntes o lo que sea), por tanto cuando "empieza el día" ya tienen resueltos algunos temas y eso les permite aprovechar mucho más la mañana. Lo encuentro genial y quiero hacerlo, pero por ahora sólo he logrado despertar 15 minutos antes de lo habitual (y con la ayuda de la alarma). 

Decidí escribir sobre esto porque he tratado de motivar a varias personas a que hagan lo que yo he hecho, limpiar la casa y nuestros espacios vitales. Muchas me han dicho que no tienen tiempo. Cuando cuento lo que he estado haciendo en mi casa me dicen "Ohhh yo también necesito hacerlo, pero no tengo tiempo" y su cara de decepción en enorme. ¡Ojo! Yo también trabajo de forma dependiente, cumplo horario, tengo hija, voy al supermercado, cocino, etc. Esas excusas no son válidas cuando uno se propone hacer algo. Pero debes convencerte de que lo que hagas por ti, por tu casa y por tu familia tendrá un efecto positivo en muchos aspectos de tu vida.

El método Konmari dice que hay que organizar por categorías y todo de una sola vez, porque si no nunca acabarás. Yo lo hice así para empezar, pero efectivamente necesité de uno o dos días para hacerlo. Pero esos 2 días de todo lo que me queda por vivir son insignificantes y por ello decidí que tenía que hacerlo, porque si no lo iba a hacer nunca: procrastinaba. Pero como entiendo que no todos quieren dedicar TANTO tiempo al orden, recomiendo partir eliminando un poco de cada cosa en distintos lugares de la casa. Atacar un cajón y botar* todo lo que ahí no sirve, y así con los closets, muebles de cocina, baño, etc. Después vendrá la etapa de reunir todas las cosas por categorías y clasificar correctamente cada objeto en su lugar < y aquí deberás dedicar tiempo para no dejar a medias lo comenzado.

Te invito a que apenas se te ocurra hacer algo, lo hagas, porque si lo dejas para después, será eterno. Si ven un papel que hay que guardar, guárdalo. Si se sale un botón de tu camisa, cóselo. Si se ensucia algo, límpialo/lávalo. Si debes ir al doctor, pide la hora y ve. Si quieres empezar un dieta, empiézala y síguela. Adopta como hábito hacer las cosas en los momentos precisos o al menos prográmate y/o ponte plazos máximos para ejecutarlas. En serio que funciona y se siente bien.

¡No procrastines! 

*botar: vender, regalar, donar, botar 

Sígueme en Instagram donde hablo de estos temas y más @organiza_y_simplifica_tu_vida

lunes, abril 23, 2018

Desafío 30 Bolsas en 30 Días

El nombre es un plagio, lo sé, aunque el desafío oficial es el que les conté hace aproximadamente 2 meses que se llamaba 40 Bags in 40 Days. Encontré tan enriquecedor haber participado de ese grupo en Facebook (y sigo en él) que sentí un deber conmigo misma y con el mundo de transmitir el mensaje: se puede vivir con menos, se puede eliminar cosas que nunca van a servir, se puede organizar una casa no sólo por mantenerla ordenada, sino para sentirse mejor con uno mismo.

En marzo abrí un grupo en Facebook para mis amigos y conocidos con la idea de entregar toda la información que he ido adquiriendo y que la vez ellos vayan invitando a más personas para hacer un gran grupo de apoyo para aquellas personas que no se sienten con fuerza o motivación o que no se les haya ocurrido que en realidad en sus casas hay más objetos de lo que necesitan para vivir. 

La mayoría somos mujeres. Creo que nos importa más el tema de nuestras casas y estamos mucho más involucradas. Lo entretenido de todo, es que los hombres se van contagiando igual y los hijos también. La gracia está en el contagio insconciente, al ver espacios despejados y ordenados, sin pensarlo mucho uno tiende a mantener ese orden. En todo caso, hay que trabajar porque eso resulte.

Ya llevo casi 4 meses en este proceso de eliminar acumulación innecesaria en mi casa y aún no termino. Con este nuevo desafío y estando a la cabeza en la motivación del grupo, espero poder cerrar el ciclo de una vez por todas para mi casa. El progreso ha sido maravilloso y me queda tiempo libre para hacer lo que me gusta hacer: leer, cocinar, salir, cantar, etc. 

No se trata de tener mucho tiempo. Es verdad que para ciertas cosas es necesario un tiempo mayor si la acumulación es muy grande, pero a medida que vamos progresando es cada vez menos el tiempo que se necesita. Con 15 minutos diarios puedes desechar cosas del baño o de la cocina. No demoras mucho en revisar todos los envases y ver sus fechas de caducidad. Las bolsas o cajas con "cosas que alguna vez pueden servir" también son fáciles de revisar. Los cargadores y cables si no tienen dueño, debes desecharlos. Los calcetines sin pareja no sirven. Los lápices sin tinta tampoco. La sábanas o toallas con hoyos tampoco debes guardarlas... no se trata sólo de tiempo. Se trata de voluntad. 

Y ojo que no basta con eliminar una cosa al día porque cuando vayas de compras es probable que vuelvas con una cantidad similar a la eliminada y verás que vuelves a lo mismo. La decisión debe ser drástica. 

De a poco me he ido instruyendo en este tema del minimalismo, así es que si tienen preguntas, pueden hacerlas aquí abajo. Éxito!!

Yo ya partí con la primera bolsa de este nuevo desafío. Pongo aquí algunas fotos de su contenido, para que vean que en cuanto a ropa no sólo se trata de eliminar ropa vieja y en mal estado, sino que aquélla que no hemos usado en mucho tiempo, que nos queda la talla, que no nos hace sentir cómodas o simplemente que no nos hace felices.






Aquí abajo, dejo un check list de todos los elementos que deberíamos revisar de modo de establecer un orden en cuanto a lo que resulta más facil a lo más dificil de revisar/desechar.

No olvidar que no estoy incentivando de botar todo a la basura. Primero separa lo que vas a conservar, luego lo que vas a regalar/donar, lo que se puede reciclar y luego lo que vas a botar.


Y para cerrar, a modo de motivación, les dejo el link a la página de Los Minimalistas. Tienen un documental muy bueno en Netflix que muestra cómo el mercado nos ha ido obligando a consumir cada vez más para "ser felices", pero esa felicidad finalmente no llega con las cosas... Véanlo. Vale la pena. Yo lo vi el sábado :D

Saludos!