La música vende amor y desamor. Y se entiende. Muchas veces queremos decir tantas cosas y buscamos en las canciones aquellas frases que representan eso que sentimos. Hay canciones para todo. Para decir "te amo", "no te amo", "entiendo tu dolor", "no vuelvo más a tu lado porque me hiciste sufrir", "me dejaste por otr@", "perdóname", "vuelve", "no te vayas", "no puedo vivir sin ti"...
Yo quisiera crear la canción perfecta que describiera mis emociones, pero no la vendería. Solo la dedicaría a una persona que lo merezca y se la cantaría cada vez que pudiera, escribiría parte de los versos y se los dejaría bajo su almohada o en su bolsillo sin que lo notara, la tareararía cuando pensara en él para así hacerla nuestra y única.
Quisiera ver una flor en mi velador que me recuerde lo mucho que me ama. Quisiera escuchar las palabras más bellas y que no se las lleve el viento. Quisiera despertar a su lado todos los días de mi vida con un beso de amor que me mantenga viva y agradecida por el resto del día. Quisiera sentir que el amor no acabará jamás. Quisiera tener la seguridad que al decirle "Eres el amor de mi vida", así lo sea y que no quede como una frase cliché que solo trató de llenar un espacio de tiempo vacío.
Si pudiera tasar todo el amor que he entregado y que estoy dispuesta a dar, sería tan alto mi patrimonio que sería millonaria. Tengo un corazón enorme, cargado de ilusiones, que a pesar de lo que sufra o de lo mal que lo trate, siempre está renovándose a la espera de una persona que quiera entrar en él y no salirse nunca más.
Por ahora, creo, dejaré de cantar. No tengo una canción de amor que cantar y no me sale la voz. No volveré a cantar hasta que mi corazón vuelva a latir como lo solía hacer. Es momento de ponerme en MUTE.
Tal vez es el momento de dejar de esperar tantas cosas de un hombre, nosotros no somos como los que salen en las películas románticas, somos reales, somos los que nos dejamos llevar por la celeridad de la vida y que se nos olvida que la mujer que está a nuestro lado le gusta que le digan a diario que es la más hermosa del mundo o que la aman hasta el infinito... Sí, somos distintos a los súper galanes de Hollywood que cruzan por terremotos, tsunamis, incendios, nevazones voraces y un tráfico infernal para llegar al lado de esa mujer amada.
ResponderBorrarA veces pienso que ese complemento entre el hombre y la mujer no existe, que solo es aceptación del otro.