martes, febrero 09, 2010

MSN y Facebook

Ya llevamos un par de años publicando nuestras vidas en Facebook, escribiendo sobre lo que nos pasa, mostrando al mundo nuestras fotos de actividades con amigos, paseos y celebraciones familiares y/o con nuestra pareja... Supongo que el cuento del mundo globalizado y ultra conectado, además de la necesidad de ser reconocidos en distintos aspectos de nuestras vidas, nos ha llevado a caer en esta red social que de una u otra forma, dependiendo del punto de vista, nos ha generado nuevas emociones y sensaciones que antes de su aparición estaban un poco más reservadas o bien eran absolutamente dirigidas a los rincones privados.

Reconozco que para mí FB es una forma de escape, una forma de canalizar mis alegrías y mis penas, mis triunfos y mis fracasos, además de dar a conocer diferentes formas en las que percibo lo que sucede a mi alrededor. Tiempo atrás lo hice mediante este blog, pero se "limitaba" a amistades virtuales. Daba a conocer mi punto de vista sobre lo que me inquietaba a gente desconocida, a personas que aún sabiendo que existían, poco y nada compartí con ellas en mi día a día. Tuve la fortuna, en todo caso, de conocer a algunos personajes de esta esfera virtual, con quienes generé un lazo diferente, interesante y que ha perdurado en el tiempo...

A pesar de todos los avances en este mundillo, creo que tanto Facebook y Messenger han provocado que se pierda la magia de conocer a las personas tal cual son, hemos creado instancias de comunicación muchas veces falsas, y por qué no decir, ha provocado más de algún ataque de celos porque todos somos demasiado buenos para andar mandando besos y abrazos, situación que en la vida real prácticamente no los damos. Nos ha servido para saber (ni siquiera para recordar) que alguien está de cumpleaños y por tanto lo saludamos casi para no quedar fuera del lote que saluda. Permite saber qué está haciendo el otro sin necesidad de preguntarle...

Todo esto me hace recordar mis tiempos de adolescente, cuando no existía ni la mensajería instantánea, ni internet ni los celulares. A mi parecer éramos todos mucho más transparentes, más de generar "juntaciones", más de mirar a los ojos, más de sentir de verdad... porque ahora cualquiera puede engrupir por Msn o por FB, pero antes era distinto... si te daban el nº de teléfono de la casa era probable que al llamar a esa persona que te interesaba había que pasar el filtro de la mamá, de la nana o algún hermano molestoso... había más voluntad, más magia, más coraje. Y si no tenías el teléfono, perdías a esa persona durante meses hasta que te lo topabas en alguna fiesta de colegio o la dejabas de ver para siempre...

Yo agradezco de haberme encontrado después de muchos años con personas que fueron importantes en esos tiempos, pero todo este rollo me ha generado sentimientos adversos, complicaciones en varios aspectos sobretodo en los de pareja. Simplemente hay cosas que no quiero saber y las sé porque están publicadas, hay personas que quisiera no ver nunca más pero coincide que son amigos de amigos míos...

Concluyo que con esta red social, es más difícil sanar las heridas, el tiempo pasa más lento cuando estás conectado a la red, hay situaciones que no se pueden evitar, hay emociones que no se pueden evitar... Lamentablemente, seguiré inmersa en esta "sociedad" porque si no pertenezco, siento que quedo fuera...

lunes, febrero 08, 2010

Amorshhhh


Después de todo... sigo creyendo en el amor. Pero curiosamente no estoy en condiciones de tener ningún tipo de relación amorosa.

Analizo los motivos y llego siempre a la misma conclusión: Mi corazón está cerrado, bloqueado a los sentimientos, confuso y sanando heridas del pasado.

Me he aferrado a ideas que veo no son reales, he creído ilusamente, me he entregado incondicionalmente... el amor es una herramienta para canalizar las emociones... y me doy cuenta que por ahora el amor no puede existir en mi vida, porque no he logrado encontrar el canal adecuado.

Y viene el día de los "enamorados"... día de los Aweonaos... lo quiero pasar sola, con algún amigo o amiga que esté en las mismas condiciones, con ganas de pasarlo bien y disfrutar como si fuera un día cualquiera.