Tengo como regla de vida no llevar el trabajo para la casa. Me refiero a ese trabajo en que ejerzo mi profesión y por el cual me pagan para cumplir metas y horarios. El otro trabajo, mi emprendimiento, lo hago por gusto, a veces lo llevo a casa pero no afecta mayormente a mi vida familiar, es más, puedo hasta compartirlo.
Puedo observar en mi entorno laboral a diferentes personas, con distintas vivencias y actitudes frente a la vida. Se marca claramente quiénes son aquéllos que solo se dedican al trabajo y quiénes quieren irse a sus casas tan pronto se acaba la jornada para compartir con sus familias.
Muchas personas dan la vida por la pega, se sienten imprescindibles creyendo que las cosas no funcionarían sin ellas. Lamentablemente las empresas no se encariñan con las personas y al momento de tener que decidir por el bien de la empresa sobretodo cuando se trata de plata, todos los empleados somos números. Es archisabido que los dueños de las grandes empresas no se fijan en cuantas horas extras trabajaste o los sacrificios familiares que hiciste para cumplir con alguna pega urgente o en esas veces que fuiste a trabajar enferm@ porque no podías faltar. Por esto, es importante siempre mantener los lazos con la familia por sobre los intereses de los demás. Y si no tienes familia cerca, aprovechar el tiempo libre en salir a caminar, pasear, ir al gimnasio o hacer lo que te guste.
La frase es repetida pero cierta:
"No es lo mismo trabajar para vivir que vivir para trabajar..." En qué estás tú?
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