Llegó hace 2 meses buscando un poco de atención a la instalación de faenas donde estoy trabajando. Estaba flaco, casi en los huesos, pero aún así tenía ánimo de mover su colita para lograr un poquito de amor.
De a poco se fue quedando en las instalaciones y pasó a formar parte de los perritos que viven aquí. Ya estaba más gordito. Le traje comida de la casa un par de veces y fue suficiente para que cada vez que me veía llegar me movía la cola, me esperaba afuera del auto. A veces venía a buscarme a la puerta de oficina y tenía que echarlo, porque no están permitidos los perros adentro. Un poco de cariño era lo que buscaba. Saltaba y me daba abrazos perrunos.
Hoy me entero que ya no está. Fue atropellado en la calle. Maldito destino que te llevaste al Firulais de forma abrupta y quizás dolorosa para él.
Como dicen por ahí, todos los perritos se van al cielo. Descansa perrito lindo. Saludos a Milou y al Barnes.
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