La libertad es el más preciado de los derechos humanos y eso no hay nadie que pueda ponerlo en duda.
Y ¿qué se entiende por libertad individual? ¿Es acaso una permisividad sin restricciones? Pues no. ¿Puede el ser humano hacer todo lo que plazca, pasando a llevar la libertad, también supuestamente individual, del otro? No.
El hecho de vivir en comunidad implica que el hombre se rige bajo ciertas normas de comportamiento y alternancia con el resto que lo obligan a no sobrepasar ciertos límites que comienzan en la libertad del otro. Por lo tanto, al hablar de libertad individual hay que asociar directamente este parámetro a la responsabilidad individual y a la responsabilidad social.
La libertad no es otra cosa que la posibilidad de tomar decisiones individuales de acuerdo con nuestras propias creencias y conveniencias. Va mucho más allá de estar o no encerrado en una jaula, como sería en el caso de los animales. No cabe duda que a mayor cantidad de decisiones tomadas de forma libre y sin presiones tendremos una mayor satisfacción personal y una sensación de haber cumplido con nuestra propia naturaleza.
Un ser humano educado para la libertad y en libertad es una persona que debe entender los límites de la responsabilidad individual, que debe contar con rasgos emocionales y psicológicos que le otorguen de una u otra forma cierta fortaleza de carácter, y debe estar consciente de que su tarea más importante consiste en elaborarse su propio destino como resultado de sus propias acciones.
En la ciudad existen diversos factores que afectan la libertad individual de cada uno de sus miembros.
Si pensamos en el automóvil como un ente, éste sin duda es el que más afecta al espacio construido, a las relaciones sociales y al ambiente, dado que el conductor se fusiona con este modo de transporte y lo convierte en un objeto amenazante de la libertad individual del resto de los citadinos. Una sociedad que promete a todos libertad ilimitada de movimiento sólo puede garantizar un mínimo de espacio de circulación para algunos en la medida en que otros se quedan fuera del juego. Se podría decir que mi vecino automovilista monopoliza parte del espacio público al que yo no he renunciado y que él me roba cada día.
Una ciudad accesible es aquélla que se diseña a favor de sus ciudadanos y ciudadanas. Y ello quiere decir una ciudad multifuncional y compacta, en donde la accesibilidad se consiga a través de los modos de transporte más baratos, menos contaminantes y más universales: ir a pie, en bicicleta y donde sea preciso, en transporte público. Esto implica diseñar los espacios públicos, dentro de los que se incluyen calles y plazas, con relación a sus habitantes y no a los modos de transporte.
El volumen y la velocidad del automóvil requieren de un espacio exclusivo. La calle no permite la interferencia y la convivencia de usos.
La calle y, por consiguiente, la ciudad deja de ser de los transeúntes y pasa a ser de los automóviles.
Conforme todos y todas dependemos de este derecho de movilizarnos, se crean destinos, calles y avenidas que permitan la circulación a altas velocidades y al posibilitarse ciertas velocidades, y se crean distancias y destinos que sólo los vehículos motorizados pueden alcanzar.
Al restringir o ensanchar nuestra circulación a las posibilidades y ofertas del “veloz” transporte, las personas perdemos nuestra autonomía de movimiento y la sociedad se hace dependiente de una industria y se acepta estructuralmente la desigualdad. Y se ve claramente ejemplificado cuando se oye decir: “Si no tengo auto, no llego” o sino “tengo que pagar un taxi, porque para allá no hay locomoción”.
El daño ambiental producido por las emanaciones tóxicas de los vehículos (además de las industrias) nos hacen potencialmente vulnerables. Los efectos son particularmente visibles en personas enfermas del sistema respiratorio, ancianos y niños pequeños, que pueden presentar problemas respiratorios crónicos como asma, enfisema y bronquitis.
Debe además considerarse que la salud mental de una persona que maneja durante largos periodos de tiempo en un escenario congestionado se debilita. Esa lucha cotidiana contra el tráfico aumenta la presión arterial, disminuye la tolerancia a la frustración, provoca mal humor y agresividad al conducir.
Y no podemos dejar de lado al peatón “libre” que camina por la calle que corre el constante riesgo de ser atropellado.
Se llama a manejar con más cuidado, pero nadie permitiría jamás terminar con este tipo de modo de transporte a pesar de que es uno de los principales causantes de muertes en todo el mundo. Generalmente estos accidentes ocurren por exceso de velocidad, que efectivamente es un grave problema de seguridad.
Para mucha gente es imposible moverse sin auto: el automóvil modela el espacio y la vida. Yo soy poto con ruedas, pero en realidad si puedo usar micro lo hago. Uso el auto sobretodo por seguridad, porque soy enferma de miedosa, y porque siempre ando apurada. En todo caso, el auto ni siquiera es mío… así es que lo uso sólo cuando me lo prestan…
De todas formas… en Chile difíclmente alguien que tiene ingresos para usar el automóvil no va a dejar el vehículo en casa, porque el sistema público de transporte todavía está en pañales de lograr ser cómodo, seguro y confortante. Me da lata que los usuarios aún no sepan respetar las máquinas. Me da lata que los conductores no sean capacitados como corresponde y que no sepan tratar a los estudiantes como personas. Me da lata que todavía tengan que trabajar por el boleto cortado… me da lata ver invadida mi libertad de circular por una calle sin miedo a ser atropellada o sin miedo a que me asalten...
El progreso realizado por la industria del automóvil en materia medioambiental y las herramientas que permiten la movilidad, elemento esencial de la libertad individual, marcarán sin lugar a dudas la innovación de los próximos años en el ámbito del transporte... Y así termina...
Me voléeee... un poquito :P
ResponderBorrarmuy interesante tu analisis de la libertad..me gusto eso de diseñar la ciudad pensando en sus habitantes y haciendola asequible a todos. En todo caso al hablar de libertad..siempre pienso en la perdoda de libertad que tenemos al trabajar y tener muchas veces que quedarte en lugares que odias, para poder mantener el estilo de vida que amas..
ResponderBorrarbesos Demodiva
Extraordinario análisis.
ResponderBorrarSiempre pensé que el automovil es el invento más antidemocrático que se ha concebido, entre otros factores, por los que vos describiste.
Igualmente me llama la atención tu análisis, aunque lo comparto plenamente.
Mi sorpresa parte de que vivís en una ciudad relativamente pequeña, donde supongo, no deben existir los problemas viales de ciudades como Santiago o Buenos Aires.
Me gustaría ver a Lorena Ortíz conduciendo un autómovil en el centro de Buenos Aires un viernes a las 18 horas. Si venís, no olvides tu seguro médico, y que cubra tratamiento psiquiátrico.
Un abrazo.
El más importante es el derecho a la vida...porque muerto no te sirve la libertad
ResponderBorrarHay un importante número de factores sicológicos que están influyendo en el momento de elegir utilizar el auto, a pesar de que se sepa científicamente que es más caro e ineficiente. Tienen que ver el estátus, el afecto, y un montón de otras cosas (¡que estoy obligado a encontrar!). Pero es muy bueno verlo como un problema de libertades contrapuestas. Como siempre, la libertad de uno empieza donde termina la del otro. Saludos!
ResponderBorrarla solución?
ResponderBorrar:P
sl2
Qué fue esto???? alguien me explica qué quiere decir todo ese discurso político??? No participo, gracias.
ResponderBorrarinteresante lo que escribiste,aunque yo que vivo en un pueblo en plena patagonia,esos problemas no existen.afortunadamente,aqui por darte un ejemplo aun se puede dejar los autos sin llave,es increible,aunque hay su importante parque automotriz,la misma gente mantiene y respeta este estilo de vida tranquilo,incluso hay gente del norte que ha llegado aca por trabajo y se han terminado quedando,por que la tranquilidad y estabilidad que te otorga un ambiente asi es impagable,aunque la lejania y el centralismo se hacen sentir, yo no cambiaria por nada esta especie de eden,aunque lamentablemente ya en punta arenas se esta notando las "costumbres urbanas" traidas del norte.saludos.
ResponderBorrarMe parece exagerado tu post porque en Concepción no se ven grandes atochamientos, exagerado porque no creo que uno ande por la calle con temor a que te atropellen, a no ser que tengas la costumbre de cruzar a mitad de calle.
ResponderBorrarMe parece exagerado eso de que la ciudad deja de ser de los transeúntes y pasa a ser de los automovilistas, o sea la ciudad es mucho más que las calles. Exagerado y fatalista post.
Salu2,.
Es un ensayo... con título y todo. No es que yo crea que la ciudad ha dejado de ser de los transeúntes... es un ensayo.
ResponderBorrarDe hecho el ensayo se llamaba: "Restringir la velocidad a los automovilistas, atenta contra la libertad individual???", que escribí alguna vez...
Y creo exagerado tratarlo de fatalista...
Saludos.
A ver...
ResponderBorrarEn Valencia si eres peaton, corres un grave peligro. Semaforos, Stops, carriles bus, rotondas, etc son meras decoraciones que forman parte del paisaje de la ciudad. y como tal no tienen ningun significado. Si como peaton tienes tu semaforo de peaton en verde, miras varias veces a la derecha y la izuierda por si no viene nigun coche a toda leche de algun lado.
Aqui en el despacho tenemos unos aparcamientos para los empleados de oficina. Pues hay un tio en este edificio que ocupa siempre dos plazas en vez de la que corresponde a su vehiculo de mierda. no se si no sabe aparcar o se es idiota, pero si folla igual que aparca estoy seguro que no la mete nunca.
un beso
Bueno, se supone que por eso pagan permisos de circulación. Por el espacio que te quitan. Obiamente cuando se fijaron los precios la contaminación no era un tema... quizas deberia reajustarze.. aunque en cierta medida el impuesto a las bencinas ya es un castigo por eso... mientras mas usas, mas contaminas y mas pagas.
ResponderBorrarAhora con respecto los accidentes... no es problema de los autos. Es como decir que las armas de fuego son las que matan a la gente. Eso claramente no es así, son las personas tras los autos y las armas quienes realmente los/las matan... ya que si siguieran las leyes... no habria problemas.
Sìiiiiiii, te volaste un pokito, pero solo un pokito... jajaja
ResponderBorrarEn realidad es bien cierto eso de las libertades individuales que hoy todos alegan sin tener conciencia de que eso mismo implica la responsabilidad de saber ejercerlas para no pasar a llevar la libertad del que esta al lado.
Igual no estoy ni ahi con tener auto aun, si ni manejar sé... jajajaja
Buenos, abrazos, nos leemos!!!
La libertad sin educación es anarquía.
ResponderBorrarLas cosas evolucionan, la ciencia avanza gigantéscamente y la conducta humana sigue siendo tan primitiva como hace 2000 años.
Un beso
que tal nos encanto tu blogger por eso keremos invitarte a participar junto a nosotros ala II MARCCHA GAY DE CONCE que serra el dia 28n de cotubre alas 16 hrs en tribunales esta marcha terminara con una boda simbolica de lesbianas y gay .ojala nos puedas acompañar
ResponderBorrarcolectivo lesbico mafalda
Si vieras lo que pasa con las autopistas acá en Santiago, un ataque completo al paisajismo y al buen gusto, solo por darle más espacio a los malditos automoviles.
ResponderBorrarSaludos
Hola Lore: Esta muy bueno el post, pero yo soy de las que respetan al otro en todas partes, incluso cuando manejo.
ResponderBorrarY por qué no manejar? porque vivo sin micros cerca, lejos del colegio de las niñitas y a lo único que podría acceder es a usar taxi y eso me sale $3.500.- por ida y lo mismo de vuelta, o sea $7.000.- al día, no podría costearlo bajo ningún punto de vista.
Y Santiago es tan grande, que todo queda lejos, muy lejos, ni hablar de usar bicicletas.
Pero creo que mientras no se pase llevar al otro, se puede manejar tranquilo.
Muchos cariños
María Paz
Chuta...todo lo que dices cobra vigencia en lo cotideano con la bicicleta..ahi yo sufro..en la vereda no puedo andar..en la calle me tiran el auto encima..y en serio me siento demasiado sobrepasado...divertido...xq la relacion fue automatica.-
ResponderBorrarCuidate.-
Me acorde de algunas personas que tienen una actitud muy negativa frente a "los otros" es decir, transeuntes que siente a los automovilistas como enemigos y viceversa.
ResponderBorrarHe visto muchos transeuntes cruzar muy lentamente en pasos de cebra solo para molestar a los automovilistas, y automovilistas que usan su vehiculo para mlestar a quienen se transportan a pie, tirandoles agua de lluvia de lass orillas, dandoles bocinazos molestos a embarazadas o "viejas muy lentas" (segun sus propias palabras) que tratan de atravesar la calle.
Yo prefiero andar en micro, asi es otro el que se preocupa de manejar y todo eso, yo solo subo, pago mi pasaje, me siento y disfruto del paisaje urbano siempre cambiante.
Te leooo..
P.D:no somos maniaticas, solo es ser limpia y tener un minimo de habitos.. digo yo
Tengo sentimientos encontrados con tu artículo.
ResponderBorrarPor un lado el asunto de los autos y la contaminación son un problema. Lo digo desde la perspectiva de ciclista diario y automovilista ocasional. Por otro lado creo que el problema -y es de perogrullo decirlo- responde a un problema mayor: la sobrepoblación. Es la concentración de la gente la que lleva a las ciudades (y viceversa)y a la necesidad de transportarse por largas distancias. Asimismo el modo de vida urbano vive de hacer las cosas cada vez más rápida, y hacer necesario el transporte rápido.
Creo que tal vez el error sea el mismo enfoque de la libertad individual donde la premisa es "hasta la libertad del otro". Mientras la libertad nos individualize, y no entendamos las repercusiones de nuestras acciones en el resto de la comunidad, seguiremos matándonos de a poquito. La libertad y supervivencia debe ser pensada para todos.
Menos gente, y comunidades más pequeñas.
Menos individualismo y mejor calidad de vida.
Saludos
mmmmm, creo que la vida es el más preciado de los DDHH!
ResponderBorrarUn abrazo
Que manera de analizar algo tan cotidiano pero escaso en muchos lugares: la libertad, realmente nos parecepoco pero cuando se pierde es realmente cuando le hechamos de menos. Esa capacidad que tenemos las personas de decidir sobre nuestro presente y tomar nuestras decisiones a libre albedrio es unica, no tenemos consideraciones con otras especies con las que nos ha tocado compartir este planeta pero bueno, tu post no apunta hacia ese lado.
ResponderBorrarComo mencionas, tenemos una libertad con parametros y a la cual nos hemos adaptado muy bien que los aceptamos sin analizar, pero pienso que el dicho: "Hay libertad para todos", solo es una frase con buenas intenciones pero que dista mucho de la realidad que es diariamente pisoteada por los menos, por los marginados, los pobres, y poco hacemos para hacer algo; hasta que empiezan a pisotear nuestros derechos, ahi recien saltamos y nos preocupamos, ese nivel de insensibilizacion hacia nuestros semejantes es un fenomeno extraño que no logro comprender del todo y que sin duda tenemos mucho que decir.
Tambien me ha gustado la manera critica como ves al cistema de transporte y a la necesidad que tienen algunos de usar autos contra los que deben usar el sistema de transporte publico. Al ser de una ciudad con un sistema de transito y seguridad vial en alerta maxima me soprende como no te cohibes de lo que aprecias en tu ciudad, a pesar de que mi ciudad esta a años luz de tener un transporte publico ordenado, seguro, con respeto al peaton. Aqui hemos dejado de espantarnos con las muertes por accidentes, te sorprendera pero la mayoria es por conductores en estado de ebriedad, aca la gente no entiende que cuando esta ebria debe dejar su vehicula a un lado, aca el sistema penitenciario es tan ligero que poca mella hacen en aquellos que conducen vehiculos y no respetan para nada la seguridad de los peatones.
En Santiago al menos es posible caminar mientras vas leyendo un diario y tener la confianza de que no seras atropellado por un chofer que se "paso de vivo", aca es imposible eso, impensable, una manera de suicidio voluntario. Mucho hay que hacer y justo ahora que estamos con una "racha" imprsionante de accidentes automovilisticos que eclipsan muchas vidas, recien se empieza ha hablar del tema y no debe ser asi.
Quiero pensar que algun dia nuestras ciudades evolucionaran a lo que denominas como ciudades accesibles y que unas aprenderan de otras viceversa, en fin, espero verlo con mis ojos.
Me despido y mando muchos saludos, perdon por la extencion pero bueno, a veces me dejo llevar. Adeu.
Pepao
Te he dicho alguna vez que escribes hermoso?
ResponderBorrarEso sí, debo dar mi opinión respecto a un tema en particular: yo opino que opinar es necesario... no, en serio, no hay mayor atropello a la libertad humana que el cigarrillo. Sí, amigos fumadores. No hay derecho más elemental que el derecho a la vida, y cada vez que cualquiera de ustedes fuma un cigarrillo en ul lugar o espacio medianamente cerrado, afecta directamente la vida de todos a su alrededor. Cuando te atropella un auto, en verdad es cosa de mala suerte. Un atropello cada 5 minutos en el mundo. Unos cientos o miles de muertos al año en chile. Pero cuando fuma uan persona, los efectos sona cumulativos y a largo plazo. No sólo en famoso cancer pulmonar. No encuentro nada más desagradable que ir a un lugar público, un baño, una oficina, y que el lugar esté pasado a cigarro.
Lo siento si mi comentario pasa a llevar a alguien, pero el cigarrillo es mucho más venenoso que el automovil.
Repito, escribes maravilloso.
Besos.
El Astudillo
Creo primeramente que hay otros derechos más importantes que el de la libertad....pero eso sería para otra ocasión.
ResponderBorrarCon respecto al tema de tu post, creo encontrate la razón salvo por el demasiado énfasis en lo "peligrosos" y "violadores de libertad" que son los automovilistas. Creo que no habrían tantos accidentes si los peatones fuesemos más responsables a la hora de circular por la ciudad. Es cosa de ver como la gente cruza en las autopistas sabiendo que para eso tienen pasarelas peatonales.
Creo que el tema es compartido, y si, creo además como ya te dijeron que la ciudad es mucho más que sus calles.
Saludos prima, nos leemos.