¿Te has dado el tiempo alguna vez
de pensar cuánta basura sacas a la semana de tu casa para que se la lleve el
camión? Te invito a hacer ese pequeño esfuerzo durante 1 mes y te vas a
sorprender de los resultados. Lo puedes medir contando la cantidad de bolsas o
tarros dependiendo de la forma en que elimines tus desechos. Sea como sea, lo
importante es que logres darte cuenta que tu estilo de vida genera un daño al
ambiente, muchas veces, sin querer hacerlo conscientemente.
La forma de vida que hemos estado
adoptando en el mundo, el consumo indiscriminado de combustibles fósiles para
generar energía, la alta producción de artículos en base a hidrocarburos
(plásticos), la vida rápida que llevamos que nos obliga muchas veces a utilizar
materiales desechables, entre muchos
otros factores han generado tal nivel de contaminación en nuestro planeta, que
se vislumbra que de no tomarse medidas preventivas ahora ya (!) la vida en la
Tierra se volvería insostenible para las generaciones venideras.
En Europa se han tomado medidas
importantes con respecto a los niveles de contaminación que generan las
industrias. La huella de carbono en la elaboración de productos se ha vuelto la
forma de medir estos niveles. En nuestro país, lamentablemente las empresas que
más contaminan, a pesar de que cumplen con los máximos de emisiones permitidas,
están la mayoría de las veces cumpliendo al límite. De huellas de carbono ni se
habla.
A nivel doméstico, la basura
domiciliaria generada día a día es muy alta. Existen distintas técnicas para
detener en parte la contaminación que generamos en nuestros hogares. Les voy a
indicar algunos ejemplos, a ver si se motivan a practicarlos en casa:

4. Ropa usada: la ropa que ya no
uses, pero que está en buenas condiciones, puedes regalarla a alguna amiga,
guardarla para otra temporada para cuando vuelva a estar de moda o tratar de
venderla en alguna feria de las pulgas. No la botes.

6. Compostera: las cáscaras de
papa, manzana, de huevo y todos los desechos orgánicos vegetales, incluso
madera podrida puedes ocuparla para crear tu propio compost o tierra de hoja o fertilización
y ocuparla para tus plantas. Algunas utilizan lombrices para la oxigenación de
la tierra. Existen composteras en tiendas comerciales, pero también puedes
hacer una propia reciclando algún cajón de tomates.
Existen otras técnicas para
favorecer a nuestro planeta y paliar un poco la contaminación que aportamos.
Techos verdes o paneles solares, son algunas de ellas.
Como ves, es posible hacer algo
por nuestro ambiente sin mucho esfuerzo, pero sí tomando conciencia que no todo
debe ir directo al basurero. No esperemos que los demás lo hagan primero.
Partamos por casa. Yo ya comencé. No botes, recicla.