
Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959
Artículo 1º.
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaración.
Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
Artículo 2º.
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
Artículo 3º.
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
Artículo 4º.
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Artículo 5º.
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
Artículo 6º.
El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
Artículo 7º.
El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
Artículo 8º.
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
Artículo 9º.
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Artículo 10º.
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa, o de cualquiera otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
Se preguntarán el por qué de este post. Generalmente, dada alguna conversación, discusión o experiencia, se me ocurre plantearme un tema. En este caso, me inspiré principalmente por una conversación que mantenía el chofer del colectivo en el que viajaba hoy y una señora... no me quise meter, porque no tenía ganas de discutir wevadas con una vieja que no tenía idea de lo que hablaba.
Todo comenzó, porque la gente está loca. Sí es cierto. Se nos cruzaron unas 5 personas en el camino, incluído un niño a caballo (plop). Y la conversa partió por eso, porque en realidad las personas han perdido el respeto a los vehículos y juran que el conductor es superhumano y puede frenar el auto en seco porque a un pelota se le ocurrió cruzar a mitad de cuadra sin mirar para el lado. Doña Peta (nombre de artificio que le puse a esta señora) empezó a decir que la gente está estresada y por eso anda volada. "Esto es culpa del Gobierno", dijo. Y yo me pregunté a mí misma, "Misma, ¿¿¿¿qué tiene que ver el Gobierno en todo esto????". (Hay casos en que malas gestiones de Gobierno tipo Fucksantiago estresan a la gente, pero en el día a día y en el comportamiento social, no tiene mucho que ver)... Lean lo que sigue...
-"Claro, esto es porque los derechos del niño les permite hacer lo que quieran, no pescan a los padres, por eso hay tantos delincuentes en las calles. Y más encima el Gobierno ahora quiere evaluar a los profesores... qué barbaridad. Nooo, si estos políticos están dejando la escoba". (comprenderán que este tipo de argumentos, para validar la culpa del Gobierno de que la gente cruce la calle a media cuadra, o se cruce a caballo en zona urbana sin mirar... me tenía bastante molesta).
Y esta mujer seguía hablando.
-"Y los profesores, ahora, no le pueden pegar a los alumnos, porque los demandan a carabineros por agresión. Si antes, se aplicaba "la letra con sangre entra" y nadie se quejaba. Y ahora no, los niños quedan traumatizados, pobrecitos. Ya quiero ver en 10 años más a estos cabros. Si el Gobierno no ha hecho nada bueno... "(y sigo pensando qué tiene que ver con cruzar a mitad de cuadra...).
Sí, me quedó más que claro que hay gente que está más loca que yo. Doña Peta dentro de toda su estupidez, no dijo nada coherente. Voy a tratar de entender sus palabras.
"La letra con sangre entra". Esta frase la escuché decir muchas veces de boca de mi madre, me imagino que ella la heredó de mis abuelos. Es cierto que con un poco de enojo por parte de los papás uno aprende. No se trata tampoco de ser libertino y hacer lo que uno quiera, porque cuando se es niño, lo que se quiere hacer de voluntad propia es sólo jugar. Sin embargo, no creo que echar a correr sangre, haga de uno un mejor estudiante o mejor alumno del curso. Y, por otro lado, si así fuera, doy por seguro que existirán trancas a futuro... aunque uno ni se dé cuenta.
Con respecto a la evaluación de los profesores, estoy en absoluto acuerdo. Y ellos se niegan. No es posible que la educación del país mejore, si no se sabe de qué nivel son los conocimientos de aquéllos que los transmiten. La evaluación es principalmente para evuular conocimientos. Como estudiante se me exige tener una cantidad mínima de conocimientos con respecto a mi área, mínimo es que aquéllos que evalúan, también cumplan ciertas exigencias...
En fin, me da la impresión que Doña Peta estaba rayando la papa, quizás nadie la pesca en su casa, quién sabe. No podemos echarle la culpa al Gobierno porque la gente no sabe cruzar la calle. La gente se ha vuelto tonta, pero porque ha querido. Porque estamos empezando a convertirnos en verdaderos parásitos. Que si me sirves te pesco, y si no, te mando a la cresta...