lunes, febrero 23, 2015

Festival de Arjona

Desde hace varios años que no sigo el festival, pero hoy estando Arjona en el escenario me encuentro con sentimientos particulares. Me sé todas las canciones casi por osmosis. Las clásicas de siempre, las primeras historias cantadas, la del taxi, la de la señora de las cuatro décadas, te conozco. La de las mujeres (mamona detestable), me enseñaste de todo excepto al olvidarte y todas las nuevas como el problema que es problema pero que no es, dime que no pero dime que sí y todas las demás.
No me gusta Arjona, pero cuando veo a tantas minas enyeguecidas por este hombre que por más que lo niegue es tremendamente sexón, algo me corroe por dentro.
Nunca he sentido como sienten esas mujeres que gritan acaloradas. No le creo el cuento, aunque le sale bonita la payasa'. Me estoy volviendo un hielo.
Digo que no cuando quiero decir un sí. Es muy enredado pensar como este tipo. Pero a la gente le gusta y a mí me sorprende con lo sexy de su mirada.
Arjona, de verdad espero que no tiemble hoy y que mañana pueda levantarme temprano a la pega.



domingo, febrero 22, 2015

Historias en un crucero (parte 1 - la descripción general)


Nos fuimos con mis padres, mi hermana y mi hija en un viaje de 11 días sobre un crucero a pasear sobre el mar del caribe, incluidas las Bahamas. Cuando imaginaba el Caribe, tenía una visión de mucha humedad y calor. Lo que nunca consideré es que allá en estas fechas es invierno y existía la posibilidad de que existieran episodios de frío. Ninguno de nosotros lo pensó. 

Partimos en Concepción a Santiago. Luego Santiago - Atlanta. Atlanta - Fort Lauderdale y desde ahí en transfer al puerto de Miami para embarcarnos. El conductor era un tipo con acento extraño que no logramos identificar, pero estaba claro que no era nativo gringo. Loco enfermo que manejaba terrible. Hablaba por celular y se creía chistoso. Le dijimos que éramos chilenos y puso una señal en la radio de música brasileña. Ignorante. Viene otro post para hablar de eso después. 


El barco pertenece a la flota italiana Costa. El nuestro era el Costa Luminosa. No lo recomiendo si quieren ir en pareja de luna de miel o con amigos jóvenes, porque el público es en su mayoría tercera edad... y no es broma. Las actividades dentro del barco están pensadas para personas mayores, bailes en grupo y canciones anticuadas. 

Destaco que la decoración como primera impresión es elegante. Al menos suficiente para mí. No conozco otros barcos así es que no podría comparar. Todos los espacios del barco estaban impecablemente limpios desde el primer día hasta el último.

                             Aquí un par de fotos del interior del barco cuando llegamos


Ésta es la decoración en la zona del buffet del piso 9 (Ponte Nove)


Y éstas son una vista lateral y otra de la piscina también ubicada en el piso 9 (Ponte Nove)


La primera noche fue tranquila, sin mucho que contar. Recorrimos el barco y esperamos su partida a eso de las 21:00 hrs. El viento en la cubierta era fuerte, sobretodo en la noche, así es que es recomendable ir con chaleco, polerón con gorro, pañuelo, parka o lo que sea que permita cubrirse del viento.

Pero como siempre hay que ver el vaso medio lleno, a pesar de los vejetes lo pasamos bien. 

El equipo de animación estaba compuesto por distintos jóvenes, entre ellos algunos de Italia (obvio), Brasil, Inglaterra, Romania y otros. No dormían nada. Estaban en la mañana temprano con juegos o encargados de despedirnos para las excursiones y en las noches bailaban hasta que las fiestas terminaban. Las personas que trabajaban en el aseo y cocina eran en su mayoría filipinos, hindúes, chinos, y peruanos. Averiguamos por qué tanta gente de esos países y es porque Costa tiene agencias en esos países y es una buena fuente de ingresos para quienes en sus países no tiene muchas opciones de crecer económicamente.

Nuestros meseros asignados en el Restaurant Taurus durante la cena diaria eran Billy, un filipino que nos hacía juegos con cartas y palillos y Jiang, una china muy divertida buena para reírse con nosotros. Nos contaba que trabajaban alrededor de 12 horas diarias, con espacios de descanso entremedio durante el día para comer más que nada, por un periodo de 10 meses aprox. 

Los pisos 2 y 3 están destinados a restaurantes, galería de shopping, casino de juegos, teatro y salón de baile. Desde el 4 al 8 habían habitaciones. El 9-10 y 11 eran zonas comunes donde se encuentran  las piscinas, zona de baile y juegos abierto al cielo, jacuzzi, gimnasio, spa, salones para buffet, teen zone, zona para niños, mesas de ping pong, taca taca, dos barras para tragos, pista de patinaje y de jogging, cubierta abierta, pequeña cancha de basket y balcones a lo largo del barco (aprox 200 m).

Lo más interesante de todo es que estuvimos desconectados de todo, sin internet hasta el día 7 de viaje, preocupados solo de comer, comer y comer, además de dormir y descubrir nuevos países en las paradas del barco: Cozumel - México (Tulum y playa del Carmen), Roatán en Honduras, Islas Caimán, Ocho Ríos en Jamaica, Princess Kay en Grand Turks y Nassaú en Bahamas. Cada isla con su propia historia y paisaje.

Pronto más...